Trinidad y Tobago logró reducir en casi un 60% el número de muertes en carretera en 10 años, lo que da esperanzas de que Costa Rica podría resolver la crisis que está viviendo actualmente. Las estadísticas siempre se pueden revertir, sostuvo Ricardo Pérez-Núñez, asesor en seguridad vial de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
En el caso del vecino del Caribe, la receta ahí se concentró en dos ingredientes: una reforma integral en la legislación y el fortalecimiento de los controles policiales.
“Tenían una legislación que no era necesariamente la mejor, pero además se pusieron a trabajar en un control policial fuerte sobre los principales factores de riesgo. Vieron cómo se fue disminuyendo la cantidad de muertes, lesiones y eso motivó que a la propia policía dijera “bueno, es necesario hacer medidas correctivas a esta regulación, modificarla, enriquecerla para facilitar el control policial”, explicó el asesor de la OPS.
Sin embargo, si bien esa fue la receta que dio resultado en Trinidad y Tobago, no significa necesariamente que sea la misma fórmula que el Costa Rica debería aplicar. La clave según el experto, es “que sí se puede”.
LEA MÁS: Costa Rica tiene la tasa de muertes en carretera más alta de la OCDE
¿Cómo lo puede lograr Costa Rica?
Según Pérez, la solución no es una sola, y debe ir acompañada de políticas de Gobierno responsables, en las que se procure la vigilancia y cumplimiento de las leyes, sin que necesariamente se requiera contar con un policía de Tránsito en cada calle.
Cámaras viales
A modo de ejemplo, citó que la velocidad es el principal causante de los accidentes fatales, pero esta conducta podría controlarse a través de cámaras viales, reductores u otros implementos en puntos ya conocidos por ser letales.
Transporte público
En su criterio, se debe además impulsar el transporte público y otro tipo de medios, ya que en nuestro país el sistema está enfocado en la movilidad privada, lo que impulsa el uso de motocicletas para escapar de las vías saturadas.

“Es necesario buscar promover una movilidad, más masiva, en puntos estratégicos, disminuir de alguna manera el tráfico vehicular, desincentivar el uso de la motocicleta porque existe una sensación de falsa seguridad y de falsa movilidad más rápido”, agregó.
Regulación de bicimotos
Pérez agregó que, al igual que en otros países de la región, también es urgente la regulación de las bicimotos.
LEA MÁS: Un año después de recibir informe, MOPT sigue sin definir regulación para bicimotos
“Hay que trabajar en convencer a la gente de que es mejor pedalear tu bicicleta, que es mejor porque te ayuda en mejorar tu capacidad física, es más saludable y también más seguro, porque no vas a una alta velocidad”, afirmó.
Cascos seguros
Otra de las políticas que podría representar un importante aporte en la reducción de fatalidades es la obligatoriedad del uso de cascos seguros.
Así como los comercios financian con muchas facilidades las motocicletas, debería ser obligatorio que estas se vendan con un casco y demás implementos de seguridad e, incluso, progresivamente desincentivar el uso de la motocicleta, expuso el experto.
“Lo que hemos visto desde la salud pública es que hemos puesto impuestos al tabaco, al alcohol como productos nocivos y ha disminuido el consumo de estos productos nocivos. Entonces, ¿por qué no pensar en estrategias de impuestos a la venta de vehículos que ayude al trabajo policial, a la tecnología y a herramientas para los policías a fin de hacer un trabajo más eficiente", dijo Ricardo Pérez-Núñez.

En Costa Rica, las muertes en carretera han registrado un aumento sostenido en la última década e incluso se duplicaron en el caso de los motociclistas.
De acuerdo con el experto de la OPS, es común escuchar de países europeos con suficientes recursos para invertir en sus políticas de seguridad vial y que gozan de bajas tasas de accidentabilidad, pero no hay que irse a Europa ni contar con holgados presupuestos para cambiar las cifras.
