Los trenes del Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer), fueron colisionados por vehículos en promedio una vez por semana durante este 2025.
Así lo reflejan los datos de la entidad, que indican que al pasado 2 de diciembre se contabilizaban 52 colisiones en lo que va del año.
La cifra es menor comparada con los 75 incidentes registrados el año pasado y levemente mayor a los 43 ocurridos en el 2023; no obstante continúa pasando una cara factura no solo por los costos de reparar las unidades dañadas, sino para los usuarios que ven reducidos los servicios cuando una de las máquinas debe salir de circulación para ser atendida.
Aunque los costos de las atenciones deben ser cubiertos por los vehículos que provocan los accidentes, el mismo jerarca de esa entidad Álvaro Bermúdez, reconoció semanas atrás que en ocasiones debido a los largos procesos para recuperar esos dineros por la vía legal, el Incofer debe cubrir el arreglo, mientras esas gestiones se ejecutan.
De acuerdo con el detalle brindado por la institución, el costo de las atenciones depende del tipo de colisión, en algunos casos solo corresponden a abolladuras o daños en pintura, mientras que en otras como la ocurrida el pasado 14 de noviembre en Tibás, los daños pueden superar los miles de dólares y se requiere de varios días o hasta semanas para recuperar la operación de la locomotora.
El Incofer dispone de 16 trenes, para brindar los servicios desde San José hacia Pavas, Cartago, Heredia y Alajuela, lo que implica que cuando una de estas máquinas sale de operación, es necesario eliminar o modificar horarios en alguno de esos recorridos
En el caso del accidente ocurrido en Tibás, 20 días después de ocurrido (cuando se recibió la respuesta del Incofer) el ferrocarril chocado estaba fuera de servicio.
En esa ocasión, la unidad 2407-2457, fue impactada por un vehículo pesado en el cruce de Bajo Piuses de Tibás, a unos 200 metros del supermercado Walmart.
Aunque en esa intersección no hay agujas, usuarios que viajaban en la locomotora que se dirigía a Heredia, aseguran que el maquinista tocó la pitoreta del tren varias veces, antes de que percibieran el impacto, que dejó como saldo más de 10 personas heridas. Esa corresponde a la colisión más aparatosa en lo que llevamos de este año.
La Ley de Tránsito establece una multa de ¢246.000 y la acumulación de 4 puntos en la licencia, para los conductores que no realicen el alto ante una intersección del tren aunque no venga el ferrrocarril. Además, estacionar en el derecho de vía del tren, obstruir el paso del ferrocarril o utilizar esa vía para circular implica una multa de ¢123.000.
Agujas sin cruces
Aunque la responsabilidad de frenar y corroborar el paso libre sobre la vía férrea es de los conductores de automóviles, buses o camiones que atraviesan esos pasos, la ausencia de agujas y otros dispositivos de seguridad, podría representar una de las causas del alto número de colisiones.
Según el Incofer, sobre la vía férrea hay más de 285 cruces, de los cuales 162 están señalizados y solo en 83 se cuenta con barreras que impiden el tránsito cuando están pasando las unidades.
La misma entidad detalló, que los costos de la señalización dependen de factores como el ancho del paso a nivel, la cantidad de carriles, barreras, entre otros, no obstante estiman que la construcción e instalación de este tipo de señales tiene un costo de $145.000.
El pasado 7 de octubre, los diputados aprobaron un proyecto ley para excluir al Consejo de Seguridad Vial (Cosevi) y al Incofer de la regla fiscal, cuando se trate de recursos destinados al mantenimiento y ampliación de los sistemas de seguridad en los pasos ferroviarios mediante semáforos y agujas.
La iniciativa además reforma el artículo 39 de la ley del Incofer (ley N.° 7001), donde se agrega que el Cosevi deberá brindar mantenimiento e inversión para el mejoramiento y ampliación de los sistemas de señalización de agujas y semáforos en cruces ferroviarios, en coordinación con el Incofer.
¿Por qué hay tantos choques contra el tren?
El subdirector de la Policía de Tránsito, Martín Sánchez aseguró que pese a que existe señalización y que los maquinistas suelen activar la pitoreta del tren, incluso con cientos de metros de anticipación, muchos conductores “se la juegan”, estimando que les dará tiempo de cruzar y no calculan la velocidad del tren o algún otro imprevisto que impida cruzar la vía férrea en el tiempo que estimaron.
“Hay que recordar que el tren es el único que tiene la vía exclusiva. No tiene que hacer el alto, sin embargo, ellos tienen la instrucción de que en los cruces tienen que sonar la pitoreta y además bajar la velocidad”, afirmó.
Además, dijo, a algunos conductores se les olvida la línea del tren y pasan rápidamente sin escuchar el aviso del maquinista.
“Esto puede generarse por dos sentidos, uno porque tengan la la música a alto volumen o tengan las ventanas cerradas o simplemente un descuido, un error involuntario de que venían a la línea del tren, no se fijaron y tratan de pasar y cuando se percatan, chocan”, sostuvo.
El oficial reconoció, que la ausencia de agujas podría ser un factor determinante en muchos casos.

