Los usuarios de los servicios de telecomunicaciones han desembolsado ¢29.300 millones para mantener la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) desde su creación, hace casi seis años.
Al mes pasado, los aportes por canon regulatorio– para la supervisión del mercado en competencia– sumaban ¢25.400 millones, mientras que los pagos del impuesto de reserva del espectro –para el monitoreo de emisiones radioeléctricas– ascendieron a ¢3.890 millones.
En el transcurso del 2015, los clientes, operadores y proveedores de las telecomunicaciones deberán pagar ¢8.044 millones solo por el impuesto de regulación; más de la tercera parte de lo que han cancelado por ello en los últimos seis años.
¿Adónde irán a parar? La Sutel, con 98 funcionarios, se encarga de establecer las tarifas y requisitos de calidad en el mercado de las telecomunicaciones, además de regular la intervención y cumplimiento de los operadores de los servicios.
Arrancó operaciones en febrero del 2009, unos siete meses después del aval de las leyes 8.660 –Modernización de las Entidades Sector Telecomunicaciones– y 8.642, la Ley General de Telecomunicaciones.
Son tres cánones los que financian su funcionamiento: el de regulación, el del espectro radioeléctrico y la contribución parafiscal, destinada al Fondo Nacional de Telecomunicaciones (Fonatel).
Recaudación. En el 2013, la Sutel recaudó ¢18.682 millones en los tres tributos, lo que representó el 88% del total de sus ingresos ese año y un aumento de ¢6.423 millones con respecto a lo que cobró en 2012.
Maryleana Méndez, presidenta de la entidad, aclaró que, en promedio, logran recaudar el 99,6% del canon regulatorio, mientras que solo un 50% del impuesto del espectro.
De hecho, desde el 2010 solo se han recolectado ¢3.888 millones de ¢7.157 millones previstos para el espectro, y solo cuatro de los 21 grandes concesionarios cancelan ese impuesto. .
La contribución para Fonatel financia exclusivamente proyectos de telecomunicaciones en zonas de difícil acceso, e implica el desembolso de entre el 1,5% y el 3% anual de los ingresos brutos de operadores y proveedores. Este año se han recogido unos ¢10.000 millones.
Los registros financieros revelan que, al 31 de diciembre pasado, los activos de la Superintendencia sumaban ¢122.000 millones: ¢15.000 millones más que el año anterior.
Desde su creación, esta no ha podido librarse del superávit acumulado, el cual ha oscilado entre ¢74 millones, en el 2009, y ¢93.000 millones en el 2012. Al mes pasado, sumaba sobrantes por ¢5.650 millones.
Las multas y sanciones impuestas a los regulados –por violar calidad o cobertura, por ejemplo– son de los ingresos más jugosos para la Sutel. En el 2013 el monto cobrado fue unas 11 veces mayor al del 2012: pasó de ¢5 millones a ¢57 millones.
¿Cobro excesivo? En este 2014, los usuarios del servicio pagarían, solo por canon regulatorio, ¢7.606 millones; un 14,4% más que en el 2013. De acuerdo con la propuesta aprobada en julio por la Contraloría General de la República (CGR), esa cifra crecerá en un 5,7% para el 2015.
Según la Cámara de Infocomunicación y Tecnología (Infocom), el cobro establecido es sumamente elevado, incumple con el principio del servicio al costo y no concuerda con el ejercicio real de regulación.
Óscar Barahona, jerarca de Infocom, informó de que en el alza del 5,7% no se está considerando el crecimiento del sector de las telecomunicaciones, del 2,42%. Según dijo, la petición de la Sutel supera en un 137% el crecimiento del mercado.
En lo excesivo del cobro y la violación de principios por parte de la Sutel coincidió Jorge Abadía, director de Telefónica (Movistar).
Al analizar la capacidad de la Sutel para recaudar y ejecutar, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) también estimó que no se justifica un aumento del canon.
En mayo, el ICE reclamó a la CGR que los proyectos incluidos en el plan del impuesto no son vinculables con la planificación, por lo que parecen evadirse serios principios presupuestarios. Criticó que la Sutel no incluyera en el cálculo otros ingresos y el superávit, y que no haya contratado al personal que requiere para cumplir su plan.