En este primer Domingo de Ramos con procesión en plena era pandémica, Pepe, el burro, debutó en el recorrido que se realizó desde la Iglesia La Soledad hasta la catedral metropolitana, en San José, con el Señor del Triunfo.
Como fiel heredero de Chepita, su mamá, que durante 11 años cargó la imagen religiosa, Pepe hizo el recorrido con total parsimonia a pesar de la muchedumbre que discurrió entre ambos templos, el frío y el ventolero de una mañana nublada.
Su debut fue anunciado durante la transmisión en vivo de la procesión realizada por medios católicos.
Según relató el diario La Teja hace unos días, Pepe tiene cuatro años y disfruta de la presencia de los niños. Chepita, su mamá, fue descrita por ese medio como “la burrita más querida de Costa Rica”. Se alejó de las procesiones josefinas luego de 11 años de trabajo ininterrumpido, pero también debutó este domingo en Guadalupe de Cartago, un distrito del cantón central cuyo templo está consagrado a la Virgen de Guadalupe.
“En la del Domingo de Ramos del 2018, cuando Chepita se alistó para cargar a Jesús, Pepe tenía 22 días de nacido y aun así asistió porque lo llevaron y lo anduvieron alzado para que no estuviera tanto rato lejos de su mamá”, relata el matutino.
Antonio Hernández es su dueño, y en la presentación a la prensa, hace unos días, describió a Pepe como un animal muy manso y noble.
Así se le vio durante la procesión. Siguió al pie de la letra las instrucciones y cargó la imagen de Cristo en su entrada a Jerusalén como si lo hubiera hecho toda su corta vida.
A lo largo y ancho de todo el país, las procesiones con motivo del inicio de la Semana Santa llenaron las calles de pueblos con tradición religiosa católica.
La pandemia por la covid-19 impidió estas actividades durante los últimos dos años. Estas se reiniciaron luego de que los casos comenzaran a caer y el Gobierno anunciara la suspensión de medidas para la reactivación económica.
Colaboró en esta información el corresponsal Fernando Gutiérrez.