Mediante una carta enviada a la Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), la Iglesia católica expresó su posición ante la posible necesidad de decidir a cuáles enfermos de covid-19 dar un respirador, en caso de que colapsen los servicios de salud.
Los obispos argumentaron en su misiva que, en situaciones de extrema limitación de recursos médicos, esa medida debe aplicarse de forma excepcional.
No obstante, en caso de llegar a esa situación, sugirieron una lista de 14 elementos que “pueden servir como una guía y que ilumine” a los médicos en la “dolorosa y compleja tarea de toma de decisión en esos momentos críticos”.
Entre los principios sugeridos se encuentran.
- El centro de toda la atención y ética médica es y será siempre la persona, el ser humano, creado en dignidad a imagen y semejanza de Dios.
- El recordatorio constante al ciudadano y a todas las instituciones públicas y privadas del país, acerca del valor esencial que la vida supone como don de Dios y, por lo tanto, inviolable y objeto de todo cuidado en todos los extremos.
- Ningún protocolo de acatamiento obligatorio podría llenar todas las aristas tan complejas de una situación única como lo es el abordaje de una pandemia, visto lo cual consideramos que son los principios deontológicos y morales de cada profesional los que deben primar en el contexto del manejo clínico en condiciones extremas de estrés para el sistema sanitario costarricense.
- El criterio fundamental del acto médico sustentado en el más alto ejercicio de la ética médica, debe estar basado en las probabilidades objetivas de supervivencia de cada paciente y el mejor consenso científico disponible en el momento de la valoración. Esto sin detrimento ni diferenciación respecto de cada paciente ante las posibilidades sanitarias que se ofrezcan y ante su estado de salud sea cual sea.
- No pueden ser criterios de priorización ni el orden de llegada a los servicios de urgencias hospitalarias, ni la edad de los pacientes, ni su sexo, ni su estatus social o económico, ni su grupo étnico, ni su credo, ni el costo del tratamiento, ni el estado en que se encuentre.
- No en todas las situaciones clínicas muy avanzadas y con carácter irreversible se debe proceder al ingreso hospitalario, pero siempre debe considerarse para estos enfermos la oportunidad de la atención humanitaria paliativa.
- El establecimiento de expectativas de vida a corto plazo es aceptable, incluso para no caer en el encarnizamiento terapéutico, aunque es claro que definir límites a mediano plazo constituye una toma de decisión muy arriesgada que se debe realizar con carácter extremadamente excepcional.
“Este criterio (de selección de pacientes) es absolutamente extraordinario y excepcional, de tal modo que solo puede utilizarse en situaciones en las que hay una clara desproporción entre las necesidades sanitarias y los recursos disponibles. Sin embargo, la moral cristiana y la bioética personalista apelarán siempre al cuidado médico de toda persona y en cualquier circunstancia.
“En suma, hay que aplicar todos los medios disponibles que sean proporcionados a la situación del enfermo, teniendo claro que la proporción o desproporción de un tratamiento puede variar según la evolución y condiciones generales de la pandemia”, señala la Conferencia Episcopal.
Sin protocolo obligatorio
Para la Iglesia católica deben anteponerse los principios deontológicos y morales de cada profesional, antes de aplicarse “un protocolo de acatamiento obligatorio”.
Ese protocolo que citan los obispos, se refiere a los lineamientos bioéticos emitidos por la CCSS.
Se trata de una guía que pretende prevenir, en situaciones de crisis, decisiones injustas, una gestión inadecuada de los recursos limitados, y errores a la hora de priorizar el ingreso de enfermos a la Unidad de Cuidado Intensivo (UCI) y asignar aparatos, como respiradores.
Los lineamientos de la CCSS establecen la priorización de pacientes con base en la probabilidad de la expectativa de la vida.
Para ello pide a los médicos considerar la combinación de varios elementos clínicos del enfermo como condición, morbilidad y edad para decidir si lo ingresan o no a una UCI o le colocan un respirador artificial.
FUENTE: Lineamientos bioéticos ante la pandemia por SARS-CoV-2 || DISEÑO / LA NACIÓN.
La guía es especialmente clara en el tema de la edad, uno de los que mayor preocupación han generado a nivel mundial, al trascender casos en los que se ha dejado fuera de UCI a enfermos solo por ser personas adultas mayores.
Para este grupo poblacional, considerado además el de mayor riesgo de sufrir complicaciones por el nuevo coronavirus, se recomienda un trato igual al de otras personas, basado en criterios clínicos.
FUENTE: Lineamientos bioéticos ante la pandemia por SARS-CoV-2 || DISEÑO / LA NACIÓN.
Aunque muchas de las sugerencias de la Iglesia católica están incorporadas en los lineamientos bioéticos que tiene preparados la CCSS, los obispos sostienen que sus elementos deben servir como la guía para las decisiones, en reemplazo de un “protocolo obligatorio”.
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