La Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) solicitó este viernes un ajuste extraordinario al precio de los combustibles que prácticamente borra la captación de dinero de las gasolinas para apoyar los bonos Proteger.
Con la modificación de precios propuesta a la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep), la transferencia para Proteger por litro de gasolina súper quedaría en ¢7,93 cuando actualmente está en ¢28,59, es decir, sería 72% menos.
En el caso de la regular, la transferencia sería solo de ¢2,51 por litro, cuando actualmente es de ¢23,38 por litro, un 89% menor.
Entretanto, el diésel subiría para los consumidores ¢25 con lo cual su precio pasaría de ¢421 a ¢446 en lo que sería la segunda alza consecutiva luego de un incremento de ¢63 por litro vigente desde finales de junio.
Dicho carburante quedó excluido del congelamiento de precios para el usuario, dispuesto en la Ley de protección a las personas trabajadoras durante la emergencia nacional por covid-19 (Ley N° 9840).
Antes del ajuste en junio, los usuarios de diésel acumulaban cinco rebajas desde enero cuando el litro de ese carburante costaba ¢561; una diferencia de ¢140 respecto a la tarifa hoy vigente.
Los cambios regirán tras la aprobación de la Aresep y la publicación en La Gaceta.
Cambios en el mercado
Debido a la legislación para apoyar los bonos Proteger, desde el 28 de abril el valor por litro de gasolina súper quedó congelado para los usuarios en ¢580 y en ¢555 para la gasolina regular.
La normativa ordena que, mientras baje el costo internacional de los carburantes debido a su menor demanda por la pandemia, el precio de ambas gasolinas queda invariable en Costa Rica y la diferencia se trasladará a los bonos Proteger.
Sin embargo, pasadas 11 semanas de vigencia de la norma, también creció la demanda internacional de esos hidrocarburos y con ella sus precios, explica Recope en el estudio tarifario ET047-2020, donde aclara que esto impacta a esa subvención estatal.
La captación de fondos para los bonos Proteger se vino a pique durante el mes de junio.
En entre mayo y junio se recaudaron ¢14.900 millones. De ese monto, un total de ¢10.466 millones (70% del total) se consiguieron en mayo, mientras en junio ingresaron ¢4.434 millones.
La baja es resultado de una reducción en la venta y el efecto de dos ajustes extraordinarios en el precio de los hidrocarburos.
Según la Ley 9840, el congelamiento de precios expiraría el 22 de julio, pero la medida podría prorrogarse de manera inmediata y por una única vez otros tres meses, mediante decreto ejecutivo, tal y como lo señala el artículo 4.
De ser así, el congelamiento de tarifas se extendería hasta el 22 de octubre.
No obstante, si los precios internacionales de esos hidrocarburos siguen al alza, el mismo artículo indica que cuando ya no exista una diferencia susceptible de trasladarse al bono (por alzas en los precios externos de las gasolinas) Recope) dejará de transferir recursos dirigidos a Proteger.
En tal caso, Recope aplicará un ajuste extraordinario de precios regular en las gasolinas, el cual sí se trasladará a los consumidores.
El efecto sería que los precios congelados desde abril sean ajustados ante una crecida en los costos de compra e importación al país.