El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) separó de su cargo por tres meses a la directora de Innovación y Estrategia de Negocios de Telecomunicaciones, como parte de una investigación por la compra de Cable Visión S. A., empresa adquirida pese a estar en deterioro financiero.
La funcionaria, de apellidos Picado Duarte, ha estado desde el 2013 a cargo del área responsable de elaborar los “casos de negocio” en telecomunicaciones, los cuales consisten en análisis y valoraciones de información técnica y financiera para tomar decisiones tales como la adquisición o venta, o cualquier otro giro del negocio.
Cable Visión fue adquirida en diciembre de 2013 por un monto de $12, 3 millones. Para ese entonces, ya presentaba deterioro financiero, lo que al cabo de un año ocasionó pérdidas “riesgosas” para el ICE, como lo señaló la Contraloría General de la República, en un informe de junio de 2018.
La Nación intentó contactar a Picado, pero pese a llamadas telefónicas y mensajes, no hubo respuesta.
La separación temporal del cargo consta en el oficio 6000-1108-2020 del 7 de julio anterior remitido por el gerente de Telecomunicaciones, Mauricio Rojas Cartín, a cinco directores de procesos operativos bajo su mando y quienes están al mismo nivel jerárquico que la funcionaria separada.
En su mensaje, Rojas Cartín les informó a sus subalternos que otra trabajadora, de apellido Calderón, asumiría el puesto de Picado por esos tres meses. La medida aplica del 1.º de julio al 30 de setiembre.
La Nación hizo consultas al gerente, quien se limitó a manifestar que por impedimento legal no podía confirmar ni negar la medida.
Mientras tanto, el área de prensa del ICE solo ratificó la existencia de una investigación interna.
“Al tratarse de un proceso en investigación, la institución no puede revelar ningún detalle”, dijo.
En diciembre del 2018, la presidenta ejecutiva del ICE, Irene Cañas, anunció en un comunicado que el Instituto estudiaba posibles acciones legales por la compra de Cable Visión y aseguró que no dudaría en tomar “decisiones fundamentadas y respaldadas y ejecutar las acciones en las vías que correspondan, sean administrativas o judiciales”.
Con esa intención, llevó los hechos a la Fiscalía para que determinará si la adquisición pudo haber constituido un delito.
Desde aquel momento, además, el área de Telecomunicaciones del ICE absorbió las operaciones de la cablera y, seis meses después, en julio del 2019, comenzó el despido de 220 empleados de la subsidiaria.
Salvavidas a un mal negocio
Tras la adquisición de Cable Visión, el ICE le lanzó un salvavidas financiero de ¢23.000 millones entre el 2014 y el 2017, pues como evidenció la Contraloría en su informe, un año después de la compra, la cablera ya presentaba pérdidas catalogadoas como “riesgosas” para la Hacienda Pública representada en las finanzas del ICE.
Por esta razón, el órgano contralor considera que Cable Visión de Costa Rica se constituyó en una empresa “patrimonialmente deteriorada”, pues en vez de fortalecer el negocio dejó pérdidas por ¢5.534 millones entre diciembre del 2014 y diciembre del 2017. Esa pérdida equivalía al 48% de su patrimonio.
Según el órgano contralor, una las razones del deterioro fue la incapacidad de generar suficientes ingresos para cubrir la operación, a causa de una “fuga masiva de clientes debido a la mala calidad y falta de disponibilidad del servicio”.
También atribuyó la crisis a la “falta de una definición del rol empresarial de Cable Visión en el negocio de Telecomunicaciones del ICE” que hubiera permitido “claridad en su rumbo corporativo y el cumplimiento parcial de compromisos adquiridos por el ICE en el 2015″, de los cuales dependía la generación efectiva de ingresos de la cablera.
Dichos compromisos se referían a aportes de Telecomunicaciones en infraestructura de redes, venta de servicios y mercadeo de los mismos.