Muchos de los pacientes que este martes requerían realizarse un examen, ser operados o retirar medicamentos en un centro médico público tuvieron que volver a sus casas sin ser atendidos. O, en el mejor de los casos, esperaron más de lo normal.
La misma situación vivieron estudiantes de preescolar, escuelas, colegios y universidades en todo el país, quienes regresaron temprano a sus casas, o no salieron de ellas del todo.
Esto debido a que la huelga convocada por el Bloque Unitario Sindical y Social Costarricense (Bussco), llevó a miles de funcionarios de entidades públicas de salud y educación, a ausentarse de sus trabajos.
María Eugenia Villalta, gerente médica de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), calculó que la mitad del personal de hospitales y clínicas se unieron a la protesta. Carlos Alvarado, ministro de Trabajo, estimó que, solo en la Caja, el movimiento provocó pérdidas por ¢2.800 millones.
De manera preliminar se calcula que se perdieron 1.600 citas y se suspendieron 620 cirugías.
En un comunicado, el Sindicato Nacional de Enfermería (Sinae) aclaró que sus agremiados no participan del movimiento por considerar que no es el momento “oportuno” y que la protesta no tiene objetivos claros.
En el caso del Ministerio de Educación Pública (MEP), el 70% de los maestros no trabajó, según estimaciones de la Dirección de Gestión y Desarrollo Regional.
Bussco convocó el movimiento para protestar por más de una docena de temas, entre esos, el respeto a los derechos laborales y por el acceso al agua, la petición de aumentar los salarios y, el rechazo a más impuestos.
La huelga es por dos días, por lo que terminará este miércoles. A ella se unieron los afiliados a la Unión Nacional de Empleados de la Caja y de la Seguridad Social (Undeca); los de la Asociación Nacional de Educadores (ANDE) y, los de la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE), principalmente.
Aulas vacías. En muchos centros educativos fueron más los maestros que se declararon en huelga que quienes sí laboraron.
En el Liceo Mauro Fernández Acuña, en Tibás, 80 profesores (90% del total) no dieron clases, según detalló su director, Martín Pinnock.
En la primaria Miguel Obregón, a Emily fue a recogerla su papá, Roberto Vargas, cerca de las 8:45 a. m. Ella había llegado en buseta a las 7 a. m., pero su maestra estaba en huelga y, según Vargas, no le había avisado a los padres.
La escuela Dulce Nombre, en Vásquez de Coronado, operó con 25 funcionarios, de 73 que componen el personal.
Salud detenida. Villalta explicó que todas las cirugías quedaron suspendidas; se realizaron únicamente las de emergencia.
Eso afectó a Juan Francisco Castro, un adulto mayor vecino de Carrizal de Alajuela.
“Estoy esperando esta cita desde hace un año, es para una operación. Hoy (martes) llegamos y no me atendieron. Ahora hay que venir de nuevo a ver cuando me dan la cita”, contó.
Mirna López llevó a su hijo al Hospital México a una cita de alergología. Salieron de su casa en San Carlos desde las 5 a. m., pero tampoco los atendieron y tendrán que reprogramar la visita. Colaboró el corresponsal en Limón, Israel Oconotrillo.