Por más de 20 años, Danilo Chaverri Barrantes se ha dedicado a defender los intereses y derechos de las comunidades indígenas en los Tribunales de Justicia.
En una de las últimas disputas, consiguió que la Sala I reintegrara 1.200 hectáreas a la reserva indígena Kéköldi, en Cocles, Limón.
La decisión reconoce la propiedad de los indígenas, pero al mismo tiempo siembra incertidumbre en el Caribe y amenaza cientos de comercios y viviendas con el fantasma del desalojo.
– ¿Cuánto es la extensión total de la reserva indígena?
– Son aproximadamente 6.000 hectáreas, la historia de Kéköldi se remonta a estudios antropológicos que dicen que ahí vivía gente indígena desde hace muchos años, pero en 1977 se creó el territorio indígena y se inscribe en el Registro Público, esto es muy importante porque los indígenas no tienen, simplemente, un decreto ejecutivo como interpretó el Tribunal Contencioso en la primera sentencia y que luego revocó la Sala I.
– Cuando usted habla de que los indígenas poseen un título de propiedad se refiere a un título para las 6.000 hectáreas de la reserva o solo de las 1.200 hectáreas en disputa...
– El título de propiedad es sobre un área, no es toda la reserva, es el área más conflictiva, la que mencionan los señores afrodescendientes y los hoteleros.
– El último episodio a nivel judicial se escribió el 12 de diciembre de 2019 con el fallo de la Sala I, que restituye las 1.200 hectáreas a la reserva indígena ¿Es correcto?
– Es correcto
– ¿En qué estado deja las cosas ese pronunciamiento?
– Puedo decir muchas cosas, pero por un lado el decreto ejecutivo de 1996 dejó dudas sobre si esa tierra era o no propiedad de los indígenas, con esta sentencia lo que se dice es que esos terrenos son de los indígenas desde 1977.
Eso implica por lo menos dos cosas, que los indígenas tienen derecho a tomar posesión de esas tierras, así lo ha dicho incluso la Sala Constitucional (...). La segunda parte es que las personas que, antes de 1977, tenían título de propiedad o eran poseedores de buena fe tienen derecho a ser expropiados e indemnizados.
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– En la actualidad solo hay un proceso de expropiación en la zona ¿Cuál podría ser el futuro de las expropiaciones en el Caribe?
– Solo hay un proceso de expropiación porque el Inder no está cumpliendo la ley, dejemos eso muy claro, desde el 77 el Inder debió expropiar a todas las personas que tenían algún derecho en esas hectáreas de la reserva indígena.
“(...) ¿Cuál es el procedimiento? Simplemente los indígenas pueden tomar posesión de sus tierras de hecho. Es decir, esas tierras son de los indígenas, pueden entrar en cualquier momento y hacer sus casas, ranchos y cultivar. Los indígenas se cansaron de esperar que el Inder cumpla con su deber”.
– ¿Cuál sería un escenario ideal?
– Lo ideal, obviamente, no es que los indígenas se metan a la fuerza y que haya muertos o heridos por meterse a la fuerza; eso no debería de pasar, pero como estamos hablando de 44 años de incumplimientos de la Ley Indígena y no ha expropiado a quienes tiene que expropiar, yo me pregunto si uno estaría dispuesto a esperar más de cuarenta años al cumplimiento de una ley.
“Lo ideal es que el Inder expropie y desaloje a quien tenga que desalojar”
– ¿Cree que si no se encuentra una solución el Caribe sur pueda ser una nueva versión de los enfrentamientos en Salitre, en Buenos Aires, Puntarenas?
– Ya no trabajo con los líderes de Kéköldi, pero los conozco y no son tan valientes como los de Salitre; los líderes de Kéköldi no son tan valientes. No creo que lleguemos a ese extremo, pero me podría estar equivocando.
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