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Un niño de 9 años, de apellido Ramírez, murió en el Hospital de Niños víctima del virus de la rabia. El menor aparentemente se infectó luego de haber sido mordido por una ardilla en el patio de su casa, hace dos meses.
Las autoridades de Salud y del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) confimaron el caso esta mañana y anunciaron que se activó un operativo de vigilancia en este pueblo, ubicado a 20 kilómetros de Palmar Norte, en la zona sur. Allí viven unas 90 familias.
El menor era vecino de Tinoco de Osa. Según una de sus hermanas, hace unos dos meses el niño escuchó las gallinas cacarear en el patio de la casa, asustadas por la presencia de algún animal. El niño salió de la casa con un confite en la mano y junto con su perro, fueron a ver lo que ocurría.
Después de unos minutos, regresó y le contó a su mamá que una ardilla lo había mordido a él y a su perro. Contó que le daba el confite al animal y de un momento a otro la ardilla se puso furiosa y los atacó. A Ramírez lo mordió en un dedo de su mano derecha.
Luego de unos días, el menor comenzó a quejarse de unos dolores debajo en su brazo derecho. La madre lo llevó al Hospital Tomás Casas.
El niño sufrió luego dolores abdominales, vómitos y mareos, por lo que la mamá lo volvió a llevar al mismo hospital, donde lo dejaron internado. Ese mismo día por la tarde, lo trasladaron al hospital de San Vito de Coto Brus, ya que solo ahí había pediatra.
Posteriormente, el 7 de julio, ingresó al Hospital Nacional de Niños por sospechas de chikungunya. Allí estuvo internado por ocho días hasta que falleció.
El perro del niño también comenzó a presentar deterioro en su salud casi al mismo tiempo que el menor y también murió.
Otra posible causa. El personal del Hospital revisó el caso del menor y, aparte de la mordedura de la ardilla, descubrieron que los familiares visitaron hace unos días un lugar en el que hay murciélagos.
Alexis Sandy, subdirector de Senasa, confirmó que empezaron a vacunar ganado en la zona.
María Ethel Trejos, directora de Vigilancia de la Salud, explicó que también se vacunó a la familia del niño.
La rabia es una infección viral aguda que causa una inflamación cerebral progresiva y tiene mortalidad del 100%. Se transmite por medio de la saliva de un animal infectado.
Este niño es la novena muerte que se produce en el país por este virus desde 1967, cuando falleció un alajuelense por la misma causa.
El año en que más muertes se registraron fue 1968, cuando fallecieron cuatro personas.
