Entre 1943 y el 2011, las juntas directivas de la CCSS concedieron pluses salariales a sus trabajadores que vieron duplicarse sus ingresos a partir de una base salarial.
Un ejemplo de por qué se comportan así las remuneraciones en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) empezó a germinar el 27 de abril de 1982, a 11 días de que Rodrigo Carazo entregara la Presidencia de la República a Luis Alberto Monge.
Ese día se inició la huelga más larga en la historia del país (42 días), la cual paralizó la prestación de servicios médicos debido a que estos profesionales exigían a la CCSS un aumento salarial que les adeudaban.
Todo ocurrió porque, aunque la Directiva aprobó el alza, la Contraloría General de la República la frenó dado que el monto violaba una norma del Presupuesto Nacional según la cual los ajustes en entidades autónomas no podían ser más altos que aquellos decretados por el Gobierno Central.
Ante ese cerrojo, Carazo envió al Congreso una ley para autorizar el incremento. No obstante, los diputados de Liberación Nacional, en la oposición, impidieron que se aprobara la ley y esto provocó la huelga.
El paro inmovilizó 58 clínicas. Toda emergencia, fuera donde fuera, se remitía al Hospital San Juan de Dios, o a Grecia o a Turrialba. Así, el Sindicato de Profesionales en Ciencias Médicas de la Caja y la Unión Médica Nacional pusieron de rodillas al gobierno entrante.
Esto permitió a los médicos negociar la redacción de una ley a su medida, en la que figuran más de 20 beneficios. Se trata de la Ley 6.836 de Incentivos a los Profesionales en Ciencias Médicas, que los diputados de entonces aprobaron en diciembre de 1982, hace 33 años.

