
Los centros comunales y las escuelas se convirtieron desde este lunes en vacunatorios.
Así lo dispuso la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) para evitar aglomeraciones en clínicas y Ebáis que pudieran exponer a personas con factores de riesgo y adultos mayores.
Esta es una de las medidas extraordinarias implementadas para la campaña de vacunación contra la influenza, debido a la emergencia sanitaria por la pandemia del nuevo coronavirus.
En San Rafael Arriba de Desamparados, por ejemplo, la campaña se llevó a cabo en el centro comunal de la parroquia de San Rafael Arcángel.
Ahí empezaron a llegar los primeros adultos mayores a las 7:30 a. m.
Entre ellos estaban José Antonio Bonilla y su esposa, Mariángela Zúñiga, vecinos de barrio La Guaria.
“Me pareció muy bien, muy bonito todo. Duramos como dos minutos y la verdad es que vinimos hoy para no dejarlo pasar, uno está muy viejito ya y esto no se puede dejar pasar”, afirmó la mujer.
Los adultos mayores están dentro de la población de riesgo para covid-19 y también en caso de influenza.
Por esta razón, Daniel Salas, ministro de Salud, insistió en que esta población solo debería salir de su casa para vacunarse y no distraerse en otras diligencias que lo expongan a contraer el nuevo virus.

José Leonel Morúa, jefe de Enfermería del Ebáis de Coopesalud del Área de Salud de San Rafael Arriba, explicó que se eligió el centro comunal porque reúne las condiciones recomendadas por la CCSS.
“Este año, debido a la pandemia, como parte de la estrategia para evitar el contagio entre personas que acuden a vacunarse, se ha decidido que la vacunación se haga en lo que llamamos estrategia extramuros, que es sacar la vacunación de los Ebáis y llevarla a cabo en salones comunales y escuelas que sean céntricas y que cumplan las condiciones”, señaló Morua.
También se tomaron otras medidas. Por ejemplo, la distancia entre cada silla de espera era mucho mayor a la que hay usualmente en los Ebáis.
El personal de salud portaba cubrebocas, así como una careta y otros equipos personales de protección.
FUENTE: CCSS || DISEÑO / LA NACIÓN.
Nueve semanas
Además, la convocatoria esta vez será más extensa, pues durará unas nueve semanas, cuando en años anteriores tardaba alrededor de cuatro.
La razón es que los llamados se hacen según la primera letra del apellido. También, hay horarios para cada población que necesita aplicarse la dosis contra la influenza.
Los adultos mayores deben asistir de 7:30 a. m. a 10 a. m., mientras que los niños de 3 a 7 años, así como las mujeres embarazadas y las personas con diabetes, cardiopatías, obesidad y enfermedades respiratorias, deben hacerlo de 10:30 a. m. a 3 p. m.
De acuerdo con la CCSS, se aplicarán 1,3 millones de dosis a población de alto riesgo por la influenza.
“Esto es crítico porque un paciente de estos puede terminar en una sala de Unidad de Cuidados Intensivos y, por lo tanto, compite por los mismos recursos de un paciente de covid-19”, expresó el presidente ejecutivo de la institución, Román Macaya.
Las personas deben consultar a cuál sitio les corresponde acudir, así como la fecha y el horario que le corresponde, según la letra inicial de su primer apellido.