Si el esquema salarial propuesto por Carlos Araya Leandro, rector de la Universidad de Costa Rica (UCR), hubiera quedado en pie, la casa de estudios habría tenido que pagar ¢288 millones más al año en los sueldos de los 22 puestos de confianza nombrados por el jerarca.
Mes y medio después de asumir la rectoría, Araya intentó aprobar un nuevo esquema salarial, bajo la resolución (R-75-2025), que homologaba los salarios de puestos administrativos ocupados por académicos con el fin de poner un tope. Días después y tras recibir múltiples cuestionamientos, la derogó.
El esquema propuesto tenía un tope salarial de ¢4.078.421. Si bien en un caso habría bajado en ¢1 millón el salario del Jefe de la Oficina de Suministros —quien antes del puesto de confianza ganaba poco más de ¢5 millones—, 18 salarios hubieran subido con aumentos entre ¢632.000 y ¢3 millones.
Este incremento se habrá dado en comparación con el sueldo percibido por los funcionarios antes de pasar al puesto de confianza.
Así hubieran quedado los 18 aumentos y las tres rebajas de salarios:
1 salario habría subido más de ¢3 millones.
2 salarios habrían subido más de ¢2 millones.
2 salarios habrían subido más de ¢1,9 millones.
3 salarios habrían subido más de ¢1,8 millones.
2 salarios habrían subido más de ¢1,3 millones.
1 salario habría subido más de ¢1,5 millones.
1 salario habría subido ¢1.186.484.
6 salarios habrían subido entre ¢632.172 y ¢996.550.
3 salarios habrían bajado entre ¢109.325 y poco más de ¢1 millón.
En este listado no se incluye uno de los puestos, pues el funcionario no trabajaba anteriormente en la universidad.

Salario al mes habría sido ¢24 millones mayor
El 25 de febrero, el mismo Araya derogó la resolución en la que se planteaba el nuevo esquema. Esto después de ser cuestionado por miembros del Consejo Universitario de la UCR y de diputados que solicitaron conocer las justificaciones jurídicas, financieras y de oportunidad detrás de esta decisión.
Tras la derogación, los salarios de cada funcionario se fijó según el viejo esquema salarial de la UCR y las remuneraciones tienen componentes como los pluses que han acumulado en su carrera en la Universidad de Costa Rica, es decir: anualidades, dedicación exclusiva o mérito académico. Gracias a esto, el salario del hoy Jefe de la Oficina de Suministros subió a 5,7 millones. En su momento, Araya explicó que este funcionario tiene más de 40 años trabajando en la UCR.
Sin embargo, aun con los diferentes montos que gana cada uno, si el esquema propuesto hubiera quedado vigente, la UCR hubiera tenido que pagar ¢24.060.866 más cada mes (¢288.730.392 extra al año).
Actualmente, la UCR desembolsa ¢65.211.238 millones al mes para pagar los 22 puestos de confianza, con la resolución, la suma habría sido de ¢89.272.104 millones.
En una entrevista anterior, Araya Leandro explicó que la resolución obedecía a un acuerdo del Consejo Universitario del año anterior, producto de la entrada en vigencia del nuevo régimen salarial derivado de la Ley de Empleo Público.
“El Consejo pide homologar los puestos de direcciones de oficinas. Se trata de puestos que la normativa establece como puestos de confianza de la persona que asume la rectoría; esos puestos los asumen personas administrativas o docentes”, explicó Araya, quien recalcó que el propósito era ordenar y ponerle un tope a esas remuneraciones.
Araya dijo esa vez que en la UCR hay una sola categoría de confianza que es asumida tanto por docentes como administrativos: directores de oficinas coadyuvantes.
“Esta categoría no quedó definida en ninguno de los nuevos regímenes. Quedó definida en el global para las personas administrativas, pero no quedó definido para personas docentes que asumen ese puesto. Eso fue lo que el Consejo Universitario dijo que determináramos nosotros”, argumentó.
La Nación solicitó a la dirección de comunicación, el 29 de abril, declaraciones del rector con respecto a los ¢288 millones de más que hubiera tenido que pagar la UCR al año si la R75 no se hubiera derogado, sin embargo, al cierre de esta nota no se recibió respuesta.
Revise a continuación los salarios que tenían antes los puestos de confianza, los que tienen actualmente y los que hubieran tenido si la R75 estuviera vigente.
Salarios habrían subido hasta en ¢3 millones
Si el esquema propuesto en la hoy derogada R75 hubiera quedado vigente, la directora de la Oficina de Recursos Humanos habría ganado ¢3 millones más en comparación con su salario anterior.
En su puesto previo, esta funcionaria ganaba ¢1.056.355, con la R75 habría pasado a recibir ¢4.078.421. Tras la derogación de la R75, su remuneración quedó en ¢2.468.114.
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Algo parecido hubiera ocurrido con la directora Financiera de la Rectoría, quien con la R75 hubiera pasado de ganar ¢1.748.598 a ¢4.078.021: ¢2.329.423 más. Actualmente, su salario es de ¢2.507.012.
En el caso del Director del Centro de Informática, el funcionario habría pasado de ¢2.744.511 a ¢4.078.021, lo que hubiera representado un incremento de ¢1,3 millones. Hoy su sueldo es de ¢3.649.869.
El Director de la Oficina Jurídica hubiera tenido un aumento de ¢1,8 milones al pasar de su cargo anterior al nuevo puesto de confianza. Su salario previo era de ¢2.241.964 y ahora es de ¢3.031.120. Con la R75 hubiera sido de ¢4.078.421.
En cuanto al al Jefe de Oficina de Suministros, quien actualmente tiene un salario de ¢5.7 millones, si la R75 se hubiera aplicado, su remuneración hubiera bajado poco más de ¢1 millón, pasando de ¢5.149.134, sueldo anterior al puesto de confianza, a los poco más de ¢4 millones que Carlos Araya Leandro propuso que quedaran como tope para estos cargos.
