El volcán Poás mantiene su actividad eruptiva con emisiones constantes de ceniza, vapor de agua y gases volcánicos. Este lunes por la madrugada, lanzó una pluma de materiales que alcanzó una altura de aproximadamente 1.000 metros sobre el cráter, según el más reciente informe de monitoreo.
A las 2:03 a.m. de este 7 de abril, instrumentos del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), de la Universidad Nacional, registraron la erupción.
El evento de mayor energía expulsó material balístico en los alrededores y hacia el este del cráter, con temperaturas superiores a los 250 °C.
Cuando un volcán hace una erupción balística significa que arroja fragmentos de roca de tamaños variables e incandescentes, en ocasiones durante las explosiones volcánicas. Las velocidades de impacto van de 300 hasta 500 km/hora con poder de perforar estructuras sólidas.
Geoffrey Avard, coordinador de vulcanología del Observatorio, explicó este lunes que el volcán registró desde la tarde del domingo un repunte de actividad sísmica y acústica. Cuando fue posible observar el cráter, se notaron explosiones de material dentro del cráter.
“Por la madrugada, vimos lanzamiento de material incandescente en eventos de más energía. Ahora que vemos la pluma, permnece muy rica en ceniza y se ve levantada muy vertical”, explicó.
Los datos fueron recolectados mediante cámaras web, sensores sísmicos y equipos acústicos, confirmaron la persistencia de pulsos eruptivos de amplitud variable.
En el momento del reporte, el viento soplaba hacia el sur, dirigiendo la columna volcánica en esa dirección.
El nivel de actividad del volcán se mantiene en precaución, por lo que se recomienda a la población y visitantes acatar las indicaciones de las autoridades y evitar acercarse al cráter.

