La Asociación de Operadores y Propietarios de Aeronaves (AOPA Costa Rica) alertó este martes sobre un deterioro acelerado en las operaciones del aeropuerto Tobías Bolaños, en Pavas, a raíz de políticas que —según aseguran— se aplican sin sustento técnico ni respaldo regulatorio.
La organización afirma que las medidas han restringido el ingreso, la permanencia y la salida de personas y vehículos, lo que ha encarecido, complicado e incluso paralizado actividades clave para la aviación general.
Según datos de Aviación Civil, por ese aeródromo se realizan más de 50.629 vuelos al año y dependen de él 95 empresas y alrededor de 1.000 trabajadores.
Hoy, alegan enfrentar obstáculos operativos que afectan desde escuelas de aviación y vuelos ambulancia hasta talleres mecánicos, taxis aéreos, turismo y servicios especializados.
AOPA asegura que ha solicitado un diálogo y ha pedido en múltiples ocasiones que se respete el Reglamento 15068-MOPT, vigente para los controles de entrada y salida del aeropuerto. Aun así, denuncian que la administración mantiene medidas cada vez más restrictivas.

La Nación consultó a Marcos Castillo, director de Aviación Civil, sobre los señalamientos de la Asociación.
“No conozco la denuncia, tengo entendido que en el aeropuerto Tobías Bolaños se mejoraron los procesos de seguridad”, indicó el funcionario, quien pidió elevar la consulta al administrador de la terminal, Allen Vargas Rodríguez, a quien también se enviaron consultas.
Al momento de esta publicación, ambos seguían sin referirse.
Javier Guardia, piloto privado que utiliza el Tobías Bolaños por motivos de trabajo y directivo de AOPA, describe un ambiente operativo cada vez más complejo.
“El aeropuerto dejó de ser un espacio funcional para quienes trabajamos ahí. Todos los días enfrentamos nuevas trabas para ingresar o movernos dentro de las instalaciones. Esto genera retrasos innecesarios, presiona al personal técnico y crea estrés en los pilotos”, explicó.
Guardia afirma que los controles implementados en los últimos meses se aplican “sin claridad y sin una justificación técnica”.
“La aviación general no puede operar con incertidumbre. Si cada gestión diaria se vuelve un obstáculo, afectamos la seguridad y la eficiencia. Ya hay empresas que frenaron servicios porque no saben con qué regla nueva se toparán mañana”, añadió.
AOPA advierte que el ambiente actual compromete la seguridad operacional, pues los pilotos deben concentrarse en protocolos cambiantes antes que en la misión de vuelo.
“La operación en el Tobías Bolaños se volvió caótica, lo que genera estrés y perjudica la seguridad aérea”, recalcó la asociación.
La agrupación insiste en que el aeropuerto cumple un rol estratégico para el turismo, la conectividad, el transporte especializado y la generación de empleo.
Por eso pide que la administración retome el diálogo y aplique el reglamento vigente para estabilizar la operación.
