Los obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica lanzaron un llamado a las autoridades para que redoblen sus esfuerzos en la erradicación de la violencia que azota al país, a la que calificaron como una ‘lacra’.
En un mensaje difundido este miércoles, los obispos urgen políticas públicas que aborden las raíces de la violencia. El llamado lo hacen ante el incremento en la cantidad e intensidad de los ataques vinculados con el crimen organizado.
“La paz no se construye solo con medidas de seguridad, sino también con educación, oportunidades y una cultura del encuentro que valore la vida por encima de todo”, dicen los obispos en su mensaje.
La Conferencia Episcopal manifestó su dolor y consternación por las muertes que han sacudido al país en estas semanas; particularmente, la del subjefe del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), en Pococí, Geiner Zamora Hidalgo, de 38 años.
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Zamora fue atacado a balazos por un sicario el viernes; falleció el martes, en el Hospital Calderón Guardia.
“Estas muertes no solo enlutan a sus familias, sino que también nos interpelan como sociedad, llamándonos a reflexionar sobre la violencia que sigue ensombreciendo nuestro país.
“La vida es un don sagrado, un regalo de Dios que debemos custodiar y respetar. Cada acto de violencia, especialmente aquel que arrebata la vida de quienes dedican sus esfuerzos a proteger y servir a la comunidad, es un atentado contra la dignidad humana y contra el plan de amor que Dios tiene para cada uno de nosotros”, manifestaron los obispos.
Para los representantes de la Iglesia, estas tragedias recuerdan la urgencia de trabajar juntos por la paz, la justicia y la reconciliación.
Los obispos también exhortan a la población a impedir que el miedo, la indiferencia o la impunidad prevalezcan.
“Como nos enseña el Evangelio, estamos llamados a ser constructores de paz, a promover el diálogo y a buscar soluciones que fortalezcan el tejido social de nuestra nación.
“Que el dolor que sentimos nos impulse a renovar nuestro compromiso con la justicia y la seguridad, desde la solidaridad y el respeto a la vida”, concluyen.

La muerte de Geiner Zamora podría estar directamente relacionada con las investigaciones de crimen organizado que lideraba. Se presume que el atentado fue ordenado por una estructura criminal que, si bien no opera en la zona, tiene vínculos con Pococí.
Trascendió que, en el pasado, Zamora recibió amenazas de muerte directas y esto obligó a las autoridades a reubicarlo en otra zona del país con protección especial. Posteriormente se reincorporó en Siquirres, de Limón, y luego regresó a Guápiles.
En Costa Rica existen antecedentes de homicidios de agentes judiciales. Sin embargo, la muerte de Geiner Zamora sería la primera ejecutada mediante sicariato, es decir, con la orden de una estructura criminal que envió a un colaborador para acabar con la vida de la víctima.
