Autoridades del Instituto Tecnológico de Costa Rica (Tec) y de la Universidad de Costa Rica (UCR) expresan preocupación ante la fuga de profesionales que salen a especializarse y que, al toparse con mejores oportunidades laborales y personales, deciden asentarse en el extranjero.
María Estrada Sánchez, rectora del TEC, considera que es urgente tomar acción a nivel multisectorial.
Estrada cree que para contrarrestar lo que ocurre, es necesario que el país atienda integralmente temas de salud, seguridad, educación y narcotráfico, para así asegurar un entorno idóneo no solo para profesionales y académicos, sino para todas las personas.
“Creo que un llamado al diálogo y a la acción es urgente. Hay que reconocer que este no es un problema específico de una institución o de pocas personas, es una realidad para el país y debe ser atendida de manera urgente, prioritaria y multisectorial”, añadió la rectora.
Por su parte, María Laura Arias Echandi, anterior vicerrectora de investigación y docencia de la UCR, expuso que con la fuga de talentos o de cerebros el país no tendrá a las personas necesarias para preparar a otros.
Arias sostiene que Costa Rica está “perdiendo la crema y la nata”, pues quienes se quedan trabajando en otro país son personas muy buenas.
“El que pierde es el país, en segundo lugar nosotros como universidad. (...). Si se van con arraigo de la universidad (reciben algún apoyo económico), ganan bien y pagan la deuda que puedan tener con la Universidad”, comentó.
Coincidió en que las condiciones económicas, de inseguridad y de escasez de trabajo especializado impiden que los profesionales se queden aquí.
“Este es un país sumamente caro, qué invitación van a tener para quedarse. Se van, resultan buenos en otro gobierno, les ofrecen trabajo y se quedaron”, dijo la funcionaria de la UCR.
Roberto Guillén Pacheco, otrora vicerrector de administración de la Universidad de Costa Rica, comentó que en la actualidad ni estudiantes ni profesores están solicitando el apoyo que ofrece la UCR para ir a sacar maestrías o doctorados a otros países. En muchos casos, las personas que van a especializarse, lo están haciendo por su cuenta.
“Eso va a tener impacto. Por un lado, los talentos actuales saben que ya no van a ver crecer sus ingresos, esto los mueve a pensionarse; y los talentos de reemplazo están cada vez menos incentivados a irse a estudiar. Vamos a tener una brecha enorme.
“Cuando se pierde talento, se le mete freno al desarrollo. ¿Cómo se desarrolla un país? Tiene que incorporar, adaptar y generar ciencia y tecnología, y, ¿quiénes hacen eso? Gente formada en las universidades”, comentó.
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María Estrada agregó que lo que está pasando con los profesionales costarricenses es la parte buena y también la mala de la globalización, en el sentido de que las universidades públicas están formando personal tanto para el país como para el mundo.