
Las autoridades de Tránsito advirtieron del posible incremento de muertes en carretera, en caso de que se apruebe un proyecto de ley que permitiría a los ciclistas circular en rutas para 80 o más kilómetros por hora.
Ese es uno de los principales objetivos de una iniciativa presentada por la diputada Carolina Hidalgo, del Partido Acción Ciudadana (PAC).
Hidalgo argumenta que el fin último es promover la bicicleta como medio de transporte, en especial en tiempos de pandemia.
“Es para que exista claridad sobre en qué áreas y en qué vías podemos circular las personas ciclistas y cuáles son las excepciones. Por supuesto, si esto llega a ser una norma, nos va a dar mayor respaldo a quienes practicamos el ciclismo, tanto como medio de transporte como a nivel deportivo”.
“Costa Rica tiene que seguir invirtiendo en este medio de transporte mucho más amigable con las ciudades y con las personas”, afirmó Hidalgo.
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No obstante, mediante un criterio técnico enviado al Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), el director general de Tránsito, German Marín, advirtió sobre los peligros de que ciclistas circulen en carreteras de alta velocidad, como lo propone el proyecto de ley.
“De aprobarse así esta propuesta de reforma, sería el mismo Poder Ejecutivo y la propia normativa las que expondrían a que los niveles de mortalidad aumenten para estos casos específicos y, más allá del ámbito legal, la propuesta carece de estudio técnico requerido”.
“Uno elemental sería sobre velocidad versus fuerza centrífuga, que demuestre que el ciclista no será expuesto o atraído por el desplazamiento de vehículos de carga que transitan a 80 kilómetros por hora o más en estas vías públicas.
“La propuesta no sustenta en la práctica como se resguardará la vida del ciclista; contrario a ello, lo expone a transitar por rutas donde la mortalidad es aún mayor debido a las altas velocidades a las cuales los pretende someter como iguales a los vehículos, obviando claramente su condición y efectividad de respuesta ante un eventual accidente”, puntualiza Marín.
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El director general de Ingeniería de Tránsito, Junior Araya, también instó a oponerse a esa iniciativa.
“Al combinar a personas ciclistas con vehículos que viajan a altas velocidades en una misma infraestructura vial, se estaría dando una sentencia de muerte al ciclista ante un eventual accidente de tránsito. Esto no es una apreciación personal, más bien, se fundamenta en principios básicos de biomecánica”, afirmó Araya.
De acuerdo con estimaciones de Ingeniería de Tránsito, en accidentes ocurridos en carreteras con velocidades de hasta 40 kilómetros por hora, la probabilidad de muerte del ciclista es de apenas 20%.
Ese riesgo se incrementa a un 98% en rutas de entre 80 y 100 kilómetros por hora.
“Dentro de los elementos que influyen en la gravedad de los accidentes están la velocidad y los diferenciales de velocidad. Cuando se habla de diferenciales de velocidad, se refiere a la diferencia entre las velocidades de dos cuerpos que colisionan. Entre mayor sea esa diferencia, mayor será la gravedad del accidente”, afirmó Araya.
Ante esas críticas, la diputada afirmó que es necesario un cambio de paradigma en la movilidad de Costa Rica, en la cual se priorice a ciclistas y peatones.
“Lamento la posición de la Dirección General de Tránsito, la cual demuestra que se sigue poniendo a los carros como prioridad. La pirámide debe invertirse, poniendo como prioridad tanto a peatones como personas ciclistas”, afirmó Hidalgo.
Infraestructura para ciclistas
Con el objetivo de construir corredores especiales para ciclistas a los bordes de estas carreteras de alta velocidad, Hidalgo propone que el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) desarrolle “la infraestructura que sea necesaria para facilitar la movilidad ciclística”.
No obstante, Marín señala que la iniciativa no propone una fuente de financiamiento para esas obras, por lo que va más allá de las posibilidades económicas del Ministerio.
“Los recortes presupuestarios a los que se sometió al MOPT, por un monto de ¢29.000 millones, son conocidos tanto por el Poder Ejecutivo como por el Legislativo, siendo así que endilgar una obligación de esa magnitud a un ministerio, que no posee actualmente la capacidad económica para ejecutar una ley así, recaería sin duda alguna en una ley muerta, dado que no es solamente inversión pública lo que aquí se requiere. Se debe contemplar también el tema de espacio físico, lo que conlleva a un sinfín de expropiaciones territoriales, lo que involucra más recursos económicos del mismo Estado”, afirmó Marín.
Entretanto, Hidalgo defiende que esa ya es una obligación que tiene el MOPT, ordenada por la misma Ley General de Tránsito.
De acuerdo con la Guía Técnica de Diseño para Infraestructura Ciclista, elaborada por ese ministerio, para todas las carreteras con velocidades superiores a los 60 kilómetros por hora, se requiere de infraestructura adicional para las ciclovías.

Por ejemplo, se debe construir un cordón exclusivo para ciclistas, además de respetar el “ancho mínimo de la zona libre necesaria” entre la calzada para vehículos y el cordón para ciclistas.
En su defecto, de no haber terreno para garantizar ese espacio, deben instalarse sistemas de contención para dividir la carretera con la ciclovía.
De acuerdo con datos del Consejo de Seguridad Vial, a julio de este año se habían presentado 173 muertes en carreteras; 19 de los fallecidos eran ciclistas.
