
El deterioro de los humedales en Costa Rica quedó expuesto el 25 de julio en el principal foro internacional sobre estos ecosistemas: la sesión plenaria de la COP15 celebrada en Victoria Falls, Zimbabue. La Secretaría de la Convensión Ramsar presentó lo sucedido en suelo costarricense.
Costa Rica cuenta con 12 humedales de importancia mundial, conocidos como sitios Ramsar, reconocidos por su valor ecológico y por albergar una gran diversidad de especies, incluidas aves migratorias.
Sin embargo, la Secretaría de Ramsar advirtió de un agravamiento en la situación ambiental nacional al presentar el Informe de la Secretaría de conformidad con el Artículo 8.2, el cual actualiza el estado de 2.535 humedales a nivel global.
El documento, aprobado el viernes, elevó de dos a cuatro las menciones negativas para Costa Rica, dentro de un listado que abarca a 139 países.
Por primera vez, se incluyeron como casos negativos la situación del humedal Térraba-Sierpe y el Refugio de Vida Silvestre Gandoca-Manzanillo, a partir de notificaciones emitidas por fuentes externas, no por la autoridad administrativa nacional: el Sistema Nacional de Áreas de Conservación, adscrito al Ministerio de Ambiente y Energía.
Las menciones externas evidencian señalamientos considerados lo suficientemente serios como para ameritar una cita formal, aunque no provinieran del propio gobierno.
Desde una perspectiva técnica, esto implica que la Secretaría valoró como fundadas las alertas sobre un deterioro real o potencial en las funciones ecológicas de esos sitios.

Silencio oficial
De acuerdo con el informe de la sesión del 25 de julio, Costa Rica no intervino en ningún momento durante la exposición del reporte o el resto de la sesión, a diferencia de otras 29 delegaciones que sí lo hicieron, según el reporte de la Secretaría de aquella sesión.
Este lunes, La Nación consultó al Ministerio por qué Rotney Piedra Chacón, director del Programa Nacional de Humedales y Punto Focal Nacional Ramsar, no hizo uso de la palabra en la sesión. La entidad dijo que tramitaría la consulta, pero no había respondido al cierre de esta edición.
Además, el documento evidencia la falta de seguimiento en dos expedientes antiguos relacionados con el humedal Palo Verde, en Guanacaste, el cual figura desde hace años en la Lista de Montreux, una nómina que identifica los sitios Ramsar más amenazados a nivel global.
El informe cubre el periodo de julio del 2022 a marzo del 2025 y plantea una preocupación formal dentro de la gobernanza ambiental internacional, con potencial de afectar la imagen de Costa Rica en espacios multilaterales.
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“Este tipo de informes identifican sitios que presentan cambios negativos en sus características ecológicas. La inclusión de un humedal en esa lista implica una alerta formal de posible incumplimiento”, explicó Lenin Corrales Chaves, analista ambiental y expresidente del Consejo Científico de Cambio Climático de Costa Rica.
El eventual incumplimiento se deriva de la obligación de las Partes Contratantes de vigilar sus sitios Ramsar y notificar a la Secretaría cualquier cambio —o probabilidad de cambio— en sus condiciones ecológicas causado por intervención humana.
En el caso del Refugio de Vida Silvestre Gandoca-Manzanillo, cuya mención en el informe se incluyó el 23 de diciembre anterior, se denuncia “tala y desecación de humedales dentro del sitio, lo cual constituye una alteración directa de sus características ecológicas”.
El documento también señala que, al momento de su elaboración, “no se había recibido respuesta de la Autoridad Administrativa Nacional”.
La Nación también consultó al Ministerio por qué no se habría remitido la respuesta técnica solicitada por la Secretaría antes del plazo del 26 de marzo de 2025.
Además, se consultó si se harán públicas las respuestas oficiales enviadas a la Secretaría Ramsar o los informes técnicos derivados de este proceso. Al cierre de esta edición, la cartera permanecía sin responder.
En enero, el diputado Ariel Robles Barrantes, del Frente Amplio, informó de que había denunciado al Gobierno ante la Convención por la degradación ecológica del refugio.
En cuanto al humedal Térraba-Sierpe, enlistado el 2 de diciembre de 2024, la observación consiste en un “riesgo de contaminación de aguas subterráneas por una planta de tratamiento de desechos en Salamá, cantón de Osa”.
El informe indica que se solicitó una respuesta oficial al Gobierno con fecha límite al 26 de marzo de 2025.
Desde el punto de vista de la política internacional, la inclusión de estos sitios en el informe representa una señal formal de preocupación en el ámbito multilateral, explicó Corrales Chaves.
“Esto puede tener implicaciones sobre la imagen ambiental del país, su desempeño en el marco de tratados multilaterales, así como sobre las relaciones de cooperación con agencias, organismos donantes e iniciativas internacionales de financiamiento climático o conservación”, añadió.
Por su parte, Jacklyn Rivera Wong, quien fue punto focal nacional de la Convención Ramsar hasta agosto de 2024, explicó que las denuncias pueden provenir de terceros, incluso de forma anónima, y que corresponde al Estado responder con pruebas que desvirtúen o confirmen los hechos.
De no hacerlo con prontitud, la Secretaría puede recomendar una Misión Ramsar de Asesoramiento, mecanismo que permite brindar asistencia técnica urgente para la recuperación del sitio afectado.
Expedientes estancados en Palo Verde
El caso del humedal Palo Verde, el informe refleja una inacción oficial prolongada en dos expedientes abiertos desde hace más de una década. Ambos figuran en la Lista de Montreux por el riesgo que enfrentan sus características ecológicas a raíz de actividades humanas, y requieren atención urgente.
El primer expediente se abrió el 13 de octubre de 1993 por una posible alteración del régimen hidrológico provocada por un proyecto de abastecimiento de agua. El último informe sobre ese caso fue entregado en 2023.
El segundo expediente, activo desde junio de 2010, advierte sobre el impacto de actividades agrícolas y ganaderas en la hidrología del humedal. El último informe oficial data de 2019, según la convención.
También se cita al Humedal Caribe Noreste por cambios en las características ecológicas debido a la construcción de canales artificiales. El caso del 2010 espera “información actualizada de la AA”.
