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El cambio del uniforme tradicional de primaria, de enagua o pantalón azul y camisa o blusa blanca, se discute en el Consejo Superior de Educación. Foto: Rafael Pacheco (Rafael Pacheco Granados)
Planchar la camisa blanca, los pantalones y los paletones de las enaguas de los uniformes de la escuela, podría ser cosa del pasado. También, los regaños y sanciones porque los escolares usen las faldas por fuera, quedarían atrás.
El Consejo Superior de Educación (CSE) discute la necesidad de cambiar el uniforme de primaria por uno “más relajado” tal como sucedió en el 2018 cuando se aprobó la modificación de la vestimenta tradicional de kínder (la gabacha celeste y pantaloncillo), por una más cómoda para la movilidad de los niños.
Aprovechando la modificación que se hizo en el 2021 por la pandemia para excusar del uso del uniforme completo a los estudiantes cuyos padres tuvieran dificultades para comprarlo, el CSE habló de la necesidad de revisar de manera general el reglamento de los informes.
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Gilda Montero, representante de las organizaciones de educadores ante el Consejo Superior de Educación, mencionó la necesidad de realizar esta modificación alegando que existe una “competencia” en el sistema privado donde hay mucha flexibilidad para los estudiantes de asistir a clases hasta con zapatos deportivos, siempre y cuando sean de un color específico, y hasta con las faldas por fuera, con una camisa tipo polo más holgadita.
“Se pensaría que en el sistema, y también considerando los cambios que tuvimos con los uniformes de prescolar y de materno, se podría repensar que no solamente se escriba un transitorio (para que el uniforme completo no fuera obligatorio por la pandemia), sino que se revise efectivamente todo el reglamento de uniforme para que se puedan tener uniformes más relajados”, dijo González en la sesión del CSE N.°06-2021 del pasado 28 de enero.
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En el 2018 se cambió el uniforme tradicional de kínder por uno más cómodo para la movilidad de los alumnos. Fotos Daniela Cerdas (Daniela Cerdas)
La ministra Giselle Cruz, estuvo de acuerdo con la propuesta. Añadió que, en el actual contexto, la revisión de esa normativa se había analizado desde el viceministerio académico del Ministerio de Educación Pública (MEP).
“Una madre de familia decía que pensara en las mamás que tenían que alistar las blusas blancas y las enaguas de primaria, que hay que aplanchar todavía. Se hicieron cambios en el uniforme de secundaria, en el uniforme de preescolar, no así el de primaria y es un elemento que se debe considerar: unos uniformes más prácticos, tendientes más al cuido del ambiente”, mencionó la ministra en la sesión del Consejo.
En esa sesión, Cruz consideró importante dejar la tarea de revisar el reglamento del uniforme de primaria, y pedir al viceministerio académico que haga una propuesta de la nueva vestimenta, como la hizo en su momento con preescolar.
Montero también dijo que además de revisar el reglamento del informe de primaria, se deben analizar otras normativas como la nota de conducta.
“Sería bueno revisar el asunto dela nota de conducta, porque algunos interpretan esto de una manera y otros de otra, otros son muy legalistas. Si se va a retomar a la presencialidad, existen algunos aspectos en materia de conducta que de pronto no encajan, porque la conducta que ahorita está descrita y todos aquellos artículos que están relacionados con esta, las sanciones y acciones que se dan cuando se comete una falta, de pronto responden mucho a los juegos de roce, al acercamiento, al tomar artículos teniendo ahora una presencialidad tan controlada como se pretende, se pensaría que ya algunas de estas normas no van a funcionar o que de alguna manera este año la observación de la conducta será analizada desde otro ángulo”, añadió González.
El Consejo Superior de Educación es el rector en la orientación y dirección de la enseñanza oficial, en los diferentes niveles, ciclos y modalidades del Sistema Educativo Costarricense.
Se encarga de definir la Política Educativa, de evaluar y de promover cambios pertinentes “a fin de mejorar la calidad, la equidad y eficiencia” de la Educación Costarricense.