
Con apenas entre 15 y 18 años, ocho estudiantes de Colegios Científicos Costarricenses viajarán a Singapur para representar a Costa Rica en la Final Mundial de Carreras STEM Racing 2025, la competencia educativa más grande del mundo dedicada a ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés).
Abarcando edades de 9 a 19 años, el principal objetivo de la competencia es ayudar a cambiar la percepción de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, creando un entorno de aprendizaje divertido y emocionante para que los jóvenes desarrollen su potencial.
El equipo costarricense Kura Force es el primer conjunto centroamericano en clasificar a esta cita global, que combina juventud, creatividad y conocimiento técnico en el diseño, fabricación y competencia con autos miniatura propulsados por aire comprimido e inspirados en la Fórmula 1, informó la oficina de divulgación de la Universidad Estatal a Distancia (UNED).
En Singapur, más de 80 equipos de 33 países competirán en pistas de cuatro carriles, por primera vez en la historia del certamen, enfrentando simultáneamente a tres rivales y desafíos que pondrán a prueba su concentración, precisión y estrategia.
Cada carrito en la justa se mueve a velocidades de hasta 20 metros por segundo en la competencia prevista entre el 27 de setiembre y 2 de octubre en la isla Sentosa, en Singapur que alojará el evento.
Cuatro de los jóvenes provienen de Alajuela, dos de San Vito (Coto Brus, Puntarenas), uno de Los Santos y otro de Puriscal, demostrando que el talento costarricense surge desde todo sitio.
El equipo STEM costarricense lo integran David Cascante, Felipe Sáenz, Geicob Blanco, Mariana Murillo, Esteban Morales, Carolina Bustillos, Fabricio Zamora y Verónica Quesada.

“Es un orgullo representar a Costa Rica y Centroamérica”, afirmó Felipe Sáenz, diseñador gráfico del equipo. “Queremos mostrar nuestra creatividad, diversidad cultural y capacidad técnica en un escenario internacional”.
El monoplaza de Kura Force refleja la biodiversidad y cultura del país, incorporando al manigordo, especie en peligro de extinción, y máscaras indígenas, símbolos de la riqueza natural y cultural de Costa Rica.
Además de habilidades técnicas, los estudiantes han desarrollado competencias en gestión de proyectos, marketing y trabajo en equipo, demostrando que la educación STEM va más allá de los laboratorios.
La UNED apoyó la preparación del equipo con instalaciones, laboratorios y recursos para cubrir parte de la estadía y gastos de participación.
La vicerrectora de Investigación de la UNED, Laura Vargas, destacó que estos jóvenes son un ejemplo del potencial científico y creativo de Costa Rica:
“Su talento y disciplina trascienden fronteras y motivan a más estudiantes a explorar las disciplinas STEM”, expresó.
El STEM Racing Challenge busca fomentar en los jóvenes no solo habilidades técnicas, sino también liderazgo, innovación y pensamiento estratégico, preparando a la próxima generación de científicos, ingenieros y emprendedores.
