El Gordo navideño que se realizará este domingo se convertirá en la edición número 65 desde que se jugó este sorteo especial de lotería por primera vez en Costa Rica.
Durante este tiempo, el esperado juego ha estado lleno de curiosidades, agüizotes y sin duda ha cambiado la vida de miles de personas
Estas son algunas de las particularidades y sonados casos que ya son parte de la cultura popular de nuestro país.
El primer premio
El primer sorteo se realizó el 18 de diciembre de 1960. En esa oportunidad el premio mayor fue de ¢1 millón por entero y el número favorecido fue el 30, que casualmente es uno de los cuatro números que más se ha repetido en 65 años.
El mayor agüizote
Históricamente los vendedores reportan que el número más apetecido cada año es el que coincide con la fecha del sorteo. Sin embargo, solo en dos ocasiones han coincidido la fecha y el número ganador del premio mayor. Eso ocurrió en el 2019, cuando el premio mayor fue el 15 y el sorteo se realizó el 15 de diciembre, y en el 2021, cuando ocurrió lo mismo pero con el número 19.
La pandemia frenó los aumentos
En el 2019, el Gordo navideño repartió por primera vez un premio mayor de ¢2.000 millones por entero después de llevar 3 años en ¢1.600 millones; sin embargo, debido a la pandemia en el 2020, por primera vez en la historia el premio decreció y regresó a los ¢1.600 millones, donde se ha mantenido por los últimos 6 años. Este además es el mayor tiempo en que se ha mantenido estancado ese premio.
Dejaron ir la suerte
No siempre ganar la lotería ha sido sinónimo de fortuna. Algunos ni cuenta se dieron de que se habían convertido en millonarios, como ocurrió el año anterior cuando la JPS reportó que los ganadores de ocho fracciones equivalentes a ¢320 millones nunca aparecieron para validar sus premios.
Vendedor más famoso
En Ciudad Quesada, se encuentra uno de los vendedores de lotería más famosos y “perseguido” por los jugadores debido a la buena suerte que parece acompañarlo. Se trata de don Carlos Sibaja Mora, quien ya ha vendido fracciones ganadoras de la lotería navideña en cuatro ocasiones y 12 veces de la lotería ordinaria e incluso el premio acumulado. Otro de los lugares donde ha caído en repetidas ocasiones de los últimos años el premio mayor es en Cartago.
Billetes en lavadora, la puerta y triturados
Aunque no correspondían a sorteos del Gordo navideño, tres historias destacan por las particularidades que impidieron a sus ganadores cobrar los premios y de paso sirven de recordatorio de que las fracciones de lotería deben estar en buen estado y tienen una fecha de vencimiento de 60 días naturales posterior al sorteo, para poder hacerlas válidas.
Uno de los casos se dio en el 2008, cuando un hombre incluso a la Sala Constitucional para que se obligara a la JPS a pagarle un premio de ¢3 millones, que le fue denegado debido a que los pedacitos se dañaron tras pasar por la lavadora. La Sala rechazó el recurso, pues no la JPS no estaba violando ningún derecho fundamental.
Otro dos casos fueron relatados por un funcionario de la entidad encargado de pagar los premios años atrás. En una oportunidad, un ganador llegó con todo y puerta pues había pegado el billete con pegamento a la madera creyendo que no había ganado y quería tener un recordatorio de que no debía seguir gastando dinero en el juego. Cuando se percató de su error no le quedó más que despegar la puerta para tratar de cobrar ¢1 millón; sin embargo, no pudo obtener el premio debido a que las fracciones no se podían despegar sin dañarse.
Otro ganador acudió con un entero de lotería totalmente recompuesto en tiritas pegadas con cinta para tratar de cobrar ¢10 millones de un sorteo ordinario, pues según contó había dejado el billete con una pila de papeles en su escritorio y la muchacha que le ayudaba con la limpieza, en su oficina, pasó por una máquina trituradora el billete premiado junto al resto de papeles. En esta ocasión tampoco fue posible validar el premio.
