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Canadá es un país digno de visitar en cualquier época pues su belleza nunca defraudará al viajero ocasional, sin importar la estación del año. Sin embargo, quienes hemos tenido el privilegio de ir varias veces, sabemos que es un destino para saborearse al aire libre.
Por lo tanto, es clave saber cuándo ir según el tipo de actividad y turista, rumbo a esa nación.
Si usted adora los paisajes nevados, en ese país las temperaturas bajo cero caen hasta -15 °C en ciudades de la costa Oeste y hasta -30°C en la zona norte de las provincias centrales. Eso implica respirar aire en extremo frío lo cual afecta el desempeño pulmonar para quien no está habituado (caminar 100 metros es toda una proeza a -10 °C).
En verano, los días son brillantes y calurosos en el rango de 35 °C o más lo cual puede limitar actividades al aire libre cuando el cuerpo, luego de un rato en el bochorno, comienza su lucha interna para enfriarse; lo cual puede abrir la puerta a espasmos, agotamiento, sentirse desorientado o padecer desmayos.
La inclemencia de los inviernos y veranos canadienses merece análisis antes de marcar en el calendario cuándo subirse al avión.
Por sus costas, montañas, parques nacionales, ciudades, gastronomía, festivales y otros atractivos (las cataratas del Niágara, por ejemplo), Canadá atiza el turismo al aire libre todo el tiempo que sea posible.
Por ello, el momento para ir depende en buena parte del nivel de comodidad (o tolerancia) del turista a distintas temperaturas.
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Junio, julio y agosto son los meses más calurosos y los de temporada alta del turismo cuando tienden a subir los precios de los alojamientos.
Además, los incendios forestales lamentablemente son cada vez más comunes durante ese periodo, en las provincias de Nueva Escocia, la zona central de Quebec y el norte de Alberta. Esto puede cargar de humo el aire en las ciudades y otras zonas como ha sido recurrente entre julio y agosto en últimos años.
Su invierno comprende diciembre, enero, febrero con un deshielo de transición a primavera en marzo.
Dicho esto, la mejor época de viaje por razón del estado del tiempo es entre setiembre y noviembre cuando los días empiezan a sentirse más fríos pero las temperaturas aún son agradables y el follaje de los árboles en otoño viste los paisajes de hermosos y coloridos matices. Además, los precios de servicios y alojamiento son más moderados.
Es la etapa del año cuando cuando están en apogeo festivales internos en honor a las calabazas, las manzanas, los vinos y hasta la cerveza, como es el caso del Kitchener–Waterloo Oktoberfest en Ontario publicitado por los nativos como el festival bávaro más grande de Canadá y el segundo Oktoberfest más grande del mundo fuera de Alemania.
Otra época sublime es primavera, entre abril y mayo, cuando la temperatura es agradable y facilita todo tipo de actividad exteriores y desplazamientos por carretera (a diferencia de invierno).
Suele ser un periodo de menos muchedumbre en puntos de interés turístico también visitados por familias canadienses pues el curso lectivo allí es típicamente del 1.º de setiembre al 30 de junio.
Durante esos dos meses, millones de flores también descienden sobre cuanto jardín existe en Canadá.
Es el período cuando ocurre el Festival de Tulipanes Canadiense en Ottawa (en Ontario) y en Gatineau (en Quebec), se celebra el Festival de los Cerezos en Flor de Vancouver (llamado Canada Blooms) en Columbia Británica y hay varios festivales en honor al sirope de maple.
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Ahora sí, ¿cuánto cuesta?
La regla de oro al adquirir tiquetes aéreos a Canadá viajando desde Costa Rica es hacerlo entre ocho y 10 meses antes por tratarse de un vuelo internacional y buscar un aeropuerto lo menos saturado posible por las aerolíneas de pasajeros y carga.
Si planea moverse por aire dentro de Canadá, reserve con al menos tres meses de antelación al tratarse de vuelos domésticos.
No importa si usted rastrea precios baratos en motores de búsqueda como Skiplagged, Hopper, Momondo o Skyscanner, lo importante es comprender cómo cobran las aerolíneas.
Esas empresas no cobran tanto en función de la distancia a cubrir.
Su fin es maximizar las ganancias de una ruta por lo cual, para vuelos internacionales, fijan precios según la demanda de asientos hacia un lugar, competencia con otras empresas, la distancia a cubrir y los cargos por servicios aeroportuarios e impuestos. Ahí es donde reside la clave.
He aquí ejemplos que explican con claridad esa mezcla de aeropuertos y sus cargos, aerolíneas en competencia y cuánto le cobran a usted.
Vuelos directos de ida y vuelta entre el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría y el Aeropuerto Internacional Toronto Pearson (Ontario), con salida el 4 de noviembre y regreso el 17 de ese mes, cuestan, por pasajero, $1.064 en clase económica con Air Canada, confirmó La Nación este 11 de junio, a partir de una búsqueda en la plataforma FlightHub con sede en Montreal.
En cambio, ese mismo recorrido entre el 5 y 19 de abril, también con vuelos directos, cuesta $967 en Avianca con el excursionista sentado en clase económica.
Por el contrario, si el vuelo es al Aeropuerto Internacional Pierre Elliott Trudeau en Montreal (Quebec) en las mismas fechas sugeridas antes, en la misma categoría de asiento y con vuelos directos, los precios caen por pasajero a $681 si vuela en noviembre con AirTransat y a $766 en abril próximo en esa aerolínea.
