El Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) adquirió un carro de $92.886 (unos ¢47,5 millones) para movilizar a su presidente ejecutivo, Juan Manuel Quesada Espinoza.
Se trata de un Toyota Land Cruiser Prado 2025. La transacción se realizó con la empresa Purdy Motor, según consta en el Sistema Integrado de Compras Públicas (SICOP). La compra del auto de alta gama incluyó la entrega de un modelo anterior Land Cruiser del 2017 por parte del AyA, con un valor de $18.600, de acuerdo con el expediente (2025LD-000003-0021400001).
Según la “solicitud de contratación” de Acueductos y Alcantarillados, la compra se justifica como una “necesidad de sustituir el vehículo asignado a la Presidencia Ejecutiva” para “atender las labores asignadas al cargo”.

La reserva de fondos para la adquisición, por un monto de ¢48,9 millones, se efectuó el 13 de febrero de 2025, según un documento donde se especifica la frase “compra de vehículo prado de la presidencia” (reserva 106927).
Sindicalista denuncia lujos
Mario Rodríguez Bonilla, secretario general del Sindicato de Trabajadores del AyA (Sitraa), criticó la compra.
En su criterio, “prácticamente se regaló” la Prado anterior, la del 2017, en ¢10,8 millones. “Nos parece un relajo, un despilfarro de fondos públicos de todos los abonados“, declaró.
Según el sindicalista, mientras se satisfacen lujos para la Presidencia Ejecutiva, persisten los problemas de facturación en la institución y los abonados están desesperados por cobros exorbitantes.
El sindicalista alega que la jeraraquía del AyA tambuén ha estado invirtiendo en otros bienes como zacate sintético en sus oficinas de trabajo, plantas decorativas de alto valor, pantallas, teléfonos tipo iPhone, tabletas electrónicas, escritorios y sillas nuevas.

La Nación consultó al AyA cuál es el costo estimado anual de mantenimiento, seguros y combustible del vehículo nuevo que tiene capacidad para 7 pasajeros y si se evaluaron alternativas al vehículo adquirido, como unidades con características similares de marcas con menor costo, opciones de leasing (arrendamiento) o incluso alquiler ocasional para las giras específicas.
El AyA argumentó que el proceso de sustitución de vehículos responde a criterios técnicos y normativos, con el objetivo de optimizar la eficiencia operativa, reducir costos de mantenimiento y garantizar la seguridad del personal.
“La gestión de estos procesos corresponde a la Unidad de servicios de apoyo del AyA, no a la presidencia de la institución. Uno de los vehículos requeridos, actualmente en contratación, no es de lujo, sino un SUV 4x4 que cumple con estándares de rendimiento, eficiencia en consumo de combustible y capacidad para llegar a zonas de difícil acceso”, argumentó la entidad.
Agregó que un vehículo 4x4 garantiza un mayor desempeño en terrenos irregulares, facilitando la accesibilidad a áreas donde se encuentran infraestructuras críticas del AyA.
La licitación del vehículo para Quesada Espinoza se publicó en Sicop el 20 de febrero pasado y la adjudicación a la empresa distribuidora Purdy Motor ocurrió el 24 de marzo, detalla la información del concurso.
El proceso de adquisición de la Toyota Land Cruider Prado 2025 comenzó con un “Estudio de Mercado” incluido en la licitación en Sicop con fecha del 17 de febrero anterior, que estimó un costo de $98,064.29 y determinó la viabilidad de la contratación bajo la modalidad de “contratación reducida”.
Al final, la recomendación de acto final situó el monto en $92.886.

