
Brotes sostenidos de sarampión en Canadá que no pudieron controlarse en un año, hicieron que el país norteamericano perdiera el estatus de libre de sarampión luego de más de 30 años de tenerlo. Con ello, la región de América, que actúa como un bloque, lo perdió.
¿Qué significa el estatus actual? ¿Afecta a Costa Rica? ¿Qué medidas deben tomarse? ¿Hace falta revacunarse para viajar a Canadá? La Nación explora este tema y da las recomendaciones.
Costa Rica sigue con su estatus de libre de la enfermedad, para perderlo tendría que haber al menos un año de brotes sostenidos sin controlarlos. Sin embargo, ahora todos los países de América deben reforzar sus sistemas de vacunación, la vigilancia ante posibles casos sospechosos y sus contactos, y las actuaciones prontas.
El último caso de sarampión en el país se reportó en mayo pasado, en una extranjera residente en Guanacaste de 18 años que no se había vacunado. Para julio, se habían reportado 35 casos sospechosos, pero exámenes posteriores rechazaron que se tratara de esta enfermedad en los otros 34.
Anteriormente, en enero de 2024, se detectó la enfermedad en una vecina de San Rafael de Heredia que no se había vacunado.
El último caso endémico (es decir, de una persona contagiada en el país) que se registró fue en 1999.
No obstante, la vacunación es clave y para que funcione tiene que alcanzar al menos el 95% de la población con dos dosis. En nuestro país, datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) confirman que la primera dosis sí alcanzó al 95% de la población, pero la segunda dosis llegó solo al 87%. Sin embargo, supera al de la mayor parte de la región.
Daniel Salas Peraza, exministro de Salud de Costa Rica y actual gerente ejecutivo del Programa Especial de Inmunización Integral de la OPS, recordó que no solo deben verse los datos generales, sino también a lo interno de cada nación.
“Muchas veces vemos que hay comunidades o áreas que por años mantienen coberturas bajas. Hay que hacer análisis de riesgo, intervenciones, y escuchar a la gente, si es que tienen dudas. Ver cómo se capacita a los trabajadores de la salud para que hablen con las personas sobre cómo es la enfermedad y cómo la vacuna protege. Y también ver si hay un sistema de vigilancia adecuado y que se hagan investigaciones de los casos sospechosos en las primeras 72 horas”, explicó.
¿Qué pasa si debo viajar a Canadá?
Jarbas Barbosa, director de la OPS indicó que no es necesario restringir viajes a Canadá. Lo importante es, sin importar dónde se vaya a viajar, tener todas las vacunaciones al día. Si un adulto recibió sus dos dosis de niño no tendrá problemas, porque la protección se mantiene.
Canadá debe presentar e implementar un plan de acción con el objetivo de detener la transmisión endémica y recuperar la eliminación del sarampión.
El estatus de libre de sarampión puede recuperarse si Canadá permanece un año completo sin casos.
Otros países cerca de perder la eliminación de sarampión
El estatus de libre de sarampión para América duró poco; recién se obtuvo en 2024, luego de que Brasil pasara un año sin transmisión.
No solo Canadá enfrenta problemas. Aunque solo este país perdió la certificación, OPS indicó que varios enfrentan brotes activos, como Estados Unidos, México, Belice, Paraguay, Bolivia y Brasil.
Hay dos países en los que la situación es particularmente difícil.
Uno es Estados Unidos, donde los brotes comenzaron en enero.
“Es importante que se haga investigación epidemiológica en el terreno para ver si hay un enlace entre los diferentes brotes. Esperamos que puedan interrumpir la transmisión como lo han hecho en el pasado. Hubo un momento en el que Estados Unidos estuvo a punto de llegar a los 12 meses de transmisión y perder su estatus, pero lo controló”, expresó Salas.
El otro país es México, aunque los brotes son más recientes. El exministro manifestó que esta nación tiene varios brotes activos, especialmente en Chihuahua, pero la actividad está migrando a Jalisco y Guerrero.
Salas recalcó la importancia de la vigilancia para detectar casos sospechosos y atenderlos de inmediato.
“México está realizando un trabajo importante para detener los brotes”, recalcó.
De momento no se ha demostrado un vínculo entre los brotes de los tres países norteamericanos.
Al 7 de noviembre de 2025, se tenían 12.593 confirmados de sarampión en 10 países. Esto es 30 veces más de la cantidad vista en 2024. El 89% de los pacientes no estaba vacunado.
El 95% de los casos se concentra en Canadá, México y Estados Unidos. Además, se han registrado 28 muertes: 23 en México, tres en Estados Unidos y dos en Canadá.
Esta situación viene acompañada de coberturas cada vez menores de vacunación.
“El sarampión muta, pero no lo suficiente para que las vacunas dejen de funcionar”, manifestó Salas.
Barbosa expresó que en 2024 la cobertura promedio en la región fue de 79%, un incremento desde 2022, pero insuficiente para detener brotes.
El año pasado el 31% de los países alcanzó una cobertura de 95% o más para la primera dosis, y únicamente el 20% para la segunda dosis.
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¿Qué es el sarampión?

El sarampión es una enfermedad causada por un virus y es sumamente contagiosa. Una sola persona podría contagiar a 18 personas si no están vacunadas.
El síntoma más característico son los brotes en la piel, así como fiebre, tos y debilidad. Las personas podrían transmitir la enfermedad incluso cuatro días antes de brotarse.
Muchos casos presentan síntomas leves. No obstante, en una enfermedad tan contagiosa es más fácil ver complicaciones y fallecimientos. La mortalidad es mayor en niños menores de dos años y en adultos con problemas en el sistema inmunitario.
Otra personas podrían enfrentar complicaciones como ceguera, diarrea, deshidratación, neumonía e infecciones en el oído. Además, puede desencadenar encefalitis (inflamación del cerebro), que puede ocasionar convulsiones, sordera o discapacidad intelectual.
Otra de las preocupaciones es la “amnesia inmunitaria”. Según investigaciones publicadas en 2019 indican que el virus “borra” los anticuerpos que el organismo desarrolló contra algunas enfermedades infecciosas, lo que haría posible que la persona enfermara otra vez.
