
París; Ciudad de Panamá; México; Phnom Penh, Camboya; Berlín.- La Comisión de Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) declaró esta semana, 21 nuevos sitios como patrimonio de la humanidad, durante su reunión anual, que este año se celebra en París, Francia, del 6 al 16 de julio.
En esta ocasión, dicho comité incluyó tres lugares de países del continente americano, uno en Panamá, otro en México y otro más en Jamaica.
En la lista destacan sitios arqueológicos y naturales, algunos tan históricos y antiguos como las tumbas imperiales de Xixia, en China; los centros palaciegos minoicos de Grecia, o sitios prehistóricos en Irán, u otros más recientes relacionados con la historia colonial de Jamaica y Panamá, y los centros de represión del genocidio camboyano.
Oro y piratas: ruta colonial de Panamá
La ruta colonial de Panamá, por la que circularon durante siglos en mulas y botes las riquezas de América y antigua antecesora del canal interoceánico, destaca entre los sitios declarados patrimonio este sábado.
Entre los siglos XVI-XIX, el imperio español transportó a través del Istmo productos procedentes de Asia y América con destino a Europa. Con tal fin, usó una red de caminos y ríos para llevar las mercancías desde la costa del Pacífico al Atlántico.
Desde Perú y Bolivia llegaban a Panamá oro y plata, mientras que de Filipinas, las especias, porcelanas y telas. Para proteger las mercancías de los piratas, los españoles construyeron fortificaciones.
La ruta de Panamá fue “importantísima” para el comercio internacional de la época, explica a la AFP el historiador y catedrático panameño Celestino Araúz.

La Ruta Transístmica Colonial la conforman, en la costa pacífica, las ruinas de la primera capital y el casco antiguo de la actual Ciudad de Panamá.
También la integran, en el Caribe, las fortificaciones de la ciudad portuaria de Portobelo, donde estaba la aduana, y el fuerte de San Lorenzo.
La ruta transístmica está considerada como precursora del canal interoceánico, inaugurado en 1914.
Una ruta sagrada de indígenas mexicanos
La Ruta Wixárica, un camino de 500 kilómetros con decenas de sitios naturales sagrados, fue designada patrimonio mundial.
La vía por donde peregrinan los indígenas wixáricas es un trayecto precolombino que une los estados de Jalisco y San Luis Potosí. “Es un excepcional testimonio de las tradiciones culturales continuas del pueblo wixárica”, consideró el Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco.
Unos 20 sitios sagrados componen la ruta y, a lo largo de ella, los wixáricas, también llamados huicholes, expresan sus vínculos con elementos de su cosmovisión como el maíz, el águila real, el venado y el peyote.
Los indígenas denuncian que los foráneos no reconocen sus lugares de adoración, los contaminan y los explotan. Estos sitios “suelen ser mercantilizados y folclorizados a partir de una industria turística ‘mística’”, expusieron los wixáricas y otras etnias durante un diálogo con autoridades en 2022.
La Unesco recomendó a México prohibir las actividades mineras en la zona y reforzar las normas para contener la expansión urbana.
Sobrevivientes del genocidio ‘felices’ por el reconocimiento
Sobrevivientes del genocidio perpetrado por los Jemeres Rojos en Camboya, entre 1975 y 1979, expresaron su alegría por la decisión de la Unesco de incluir en la lista del patrimonio mundial varios sitios de memoria, donde el régimen practicaba torturas y ejecuciones.
“Estoy feliz. Esto es para las generaciones futuras”, comentó Chum Mey, uno de los pocos sobrevivientes de la prisión S-21 de Phnom Penh, hoy convertida en el museo Tuol Sleng, que forma parte de los sitios reconocidos.
Unas 15.000 personas fueron encarceladas, torturadas o asesinadas allí.
Además del museo, también fueron inscritos el viernes el memorial de Choeung Ek, conocido como “los campos de la muerte” y la antigua prisión M-13.
Dos millones de personas —un cuarto de la población camboyana de la época— murieron de agotamiento, enfermedades, torturas o ejecuciones entre 1975 y 1979.
El castillo alemán de Neuschwanstein
El castillo de Neuschwanstein, en la región alemana de Baviera, conocido por inspirar los castillos de cuento de hadas de Walt Disney, fue inscrito en la lista de la Unesco, este sábado.
Otras tres residencias reales, también construidas a finales del siglo XIX, bajo el reinado de Luis II de Baviera, fueron incluidas en la lista: Herrenchiemsee, Linderhof y Schachen.

Neuschwanstein, asentado en un peñasco alpino de 200 metros de altura, es el castillo más visitado de Alemania, con casi 1,5 millones de visitantes cada año.
Por su parte, Herrenchiemsee recuerda a un Versalles en miniatura, en un lago entre Múnich y Salzburgo, un homenaje al monarca absoluto Luis XIV de Francia, a quien Luis II de Baviera admiraba.
Otros sitios agregados a la lista son el conjunto arqueológico del siglo XVII Port Royal, de Jamaica; el paisaje cultural Murujuga, en Australia; el paisaje cultural de Diy-Gid-Biy de las montañas Mandara, en Camerún; el monte Mulanje, de Malawi; el paleopaisaje de Faya, en Emiratos Árabes Unidos; las tumbas imperiales de Xixia, en China; los sitios prehistóricos del Valle de Khorramabad, en Irán, y los paisajes militares Maratha, de India.
Por Malasia, fue declarado patrimonio mundial el parque forestal del Instituto de Investigación Forestal de Malasia, en Selangor; los petroglifos del arroyo Bangucheon, en Corea del Sur; los sitios del Antiguo Khuttal, en Tayikistán; los monumentos y paisajes Yen Tu-Vinh Nghiem-Con Son, Kiep Bac, en Vietnam; los megalitos de Carnac y de las cosas de Morbihan, en Francia; los centros palaciegos minoicos de Grecia; Sardis y los túmulos lidios de Bin Tepe, en Turquía, y las pinturas rupestres de la cueva de Shulgan-Tash, de Rusia.

