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Ginebra.
La ONU pidió el miércoles solidaridad a los países desarrollados para que acojan a medio millón de refugiados sirios en los próximos tres años, mientras en el terreno las tropas del régimen de Damasco intensifican su ofensiva contra los yihadistas.
El secretario general de la ONU Ban Ki-moon afirmó en Ginebra que la crisis de los refugiados sirios requiere "un aumento exponencial de la solidaridad mundial", y pidió acoger a medio millón de sirios en tres años.
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El secretario general aseguró que al menos 480.000 sirios, o sea el 10% de los refugiados y desplazados que huyeron del conflicto en Siria, necesitan un país de acogida durante los tres próximos años.
"Los vecinos de Siria demostraron una hospitalidad excepcional", dijo. También recordó que Líbano acogió a más de un millón de sirios, Turquía a más de 2,7 millones y Jordania a más de 600.000.
Pero según un informe publicado este martes por la ONG británica Oxfam, los países ricos sólo reasentaron a 67.100 refugiados sirios, es decir el 1,39% del total.
"Cuando se gestiona bien, la acogida de refugiados es una ventaja para todo el mundo", dijo Ban. Los refugiados "aportan nuevos talentos y nuevas experiencias a una mano de obra que envejece", explicó.
Ban recordó que la ONU busca una solución política al conflicto que ha causado más de 270.000 muertos desde 2011. "Pero a la espera de que esas negociaciones den fruto, el pueblo sirio y la región se enfrentan a una situación desesperada", subrayó. "Todos los países pueden hacer más" dijo.
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El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur), Filippo Grandi, dijo por su lado que las condiciones de vida en los países vecinos de Siria son "cada vez más difíciles". Afirmó que un 90% de los refugiados sirios viven bajo el umbral de la pobreza, y que al menos 10% son considerados "extremadamente vulnerables".
"No podemos responder a una crisis global de refugiados (...) cerrando puertas y elevando muros" añadió, aludiendo al acuerdo entre la Unión Europea (UE) y Turquía sobre la devolución de migrantes que llegan a Grecia.
Grandi lamentó además que más del 50% de los $11.000 millones prometidos en febrero en la conferencia de donantes de Londres en favor de Siria y países vecinos no habían sido aún financiados.
En el terreno militar, las tropas de Damasco siguen su ofensiva contra el grupo Estado Islámico (EI) en el centro de Siria tras la reconquista de la ciudad de Palmira, abandonada por sus habitantes.
El ejército intenta asegurar Palmira e impedir que los yihadistas ataquen otra vez. Palmira, con una antigüedad 2.000 años y que forma parte del patrimonio mundial de la Humanidad, fue parcialmente destruida durante los 10 meses que estuvo ocupada por el EI.
"La artillería siria bombardea intensamente las zonas de combate", dijo la oenegé Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH). La aviación también bombardea Sokhné, al este de Palmira, donde se han refugiado los yihadistas.
Si el régimen conquista esta ciudad, estaría a las puertas de la provincia petrolera de Deir Ezzor (este), controlada en gran parte por el EI.
Por su parte el presidente Bashar Al Asad, citado por la agencia Sana, lanzó el miércoles un llamamiento a Ban Ki-moon y a "todas las organizaciones de la ONU para que ayuden al gobierno sirio" a restaurar Palmira, "ícono de la civilización".
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