
Oslo, Noruega. La Premio Nobel de la Paz, María Corina Machado, dará una conferencia de prensa el jueves en Oslo, al día siguiente de que en un discurso leído por su hija, la líder opositora llamara a los venezolanos a luchar por la libertad.
Machado, laureada por desafiar al presidente Nicolás Maduro, no ha sido vista en público durante meses tras recibir amenazas de muerte.
La opositora hará su primera aparición pública a las 09H15 GMT del jueves, informó el gobierno del país escandinavo.
El miércoles Machado llamó a “luchar por la libertad” en un discurso leído por su hija Ana Corina Sosa Machado, que recogió en su lugar el Nobel de la Paz.
Emocionada, esta afirmó que su madre llegará a Oslo “en unas horas”, pero que “estará de vuelta a Venezuela muy pronto”. “Quiere vivir en una Venezuela libre, y nunca renunciará a ese propósito”, aseguró.
La ceremonia arrancó con la interpretación de las canciones “Alma llanera” y “Venezuela” por parte del popular cantante Danny Ocean, seguidas de un discurso del presidente del Comité Noruego del Nobel, Jørgen Watne Frydnes, contra el mandatario venezolano Nicolás Maduro.
“Señor Maduro: Debe aceptar los resultados electorales y renunciar a su cargo”, dijo Frydnes, interrumpido por el aplauso del público.
En ausencia de su madre, Ana Corina Sosa Machado recogió la medalla de oro y el diploma del premio, dotado con 1,2 millones de dólares. En primera fila, siguieron la ceremonia la madre de Machado, Corina Parisca, sus tres hermanas y otros dos hijos de la galardonada.
El discurso, leído por su hija, evocó “la lucha contra una dictadura brutal”, en la que “lo hemos intentado todo”.
Aludiendo a los secuestros de personas, las torturas y la persecución de opositores, Machado denunció los “crímenes de lesa humanidad, documentados por las Naciones Unidas” y un “terrorismo de Estado, usado para enterrar la voluntad del pueblo”.
“Si queremos tener democracia, debemos estar dispuestos a luchar por la libertad”, sostuvo.
Un viaje “de extremo peligro”
Desde octubre, cuando se anunció el premio, era un misterio la presencia en Oslo de Machado, a quien no se ve en público desde enero, cuando participó en una protesta en Caracas contra Maduro.
Decenas de venezolanos exiliados, aliados políticos de Machado y los presidentes de Argentina, Panamá, Ecuador y Paraguay viajaron a la capital noruega para la ceremonia.
Sin embargo, después de anunciar el sábado la presencia de la premiada, el Instituto Nobel informó horas antes de la entrega que Machado no llegaría a tiempo debido a “un viaje en una situación de extremo peligro”.
No es la primera vez que un ganador del galardón de la paz no puede acudir a la entrega de los premios. Ya ocurrió con la iraní Narges Mohammadi (2023), el chino Liu Xiaobo (2010) o la birmana Aung San Suu Kyi (1991).
Se desconoce cómo la dirigente opositora consiguió salir de Venezuela y también cómo pretende volver al país.
El mes pasado, el fiscal general de Venezuela declaró a AFP que Machado sería considerada “fugitiva” si abandonaba su país, donde se la acusa de “actos de conspiración, incitación al odio y terrorismo”.
Benedicte Bull, profesora especialista en América Latina en la Universidad de Oslo, señaló que Machado “corre el riesgo de ser arrestada si regresa, aunque las autoridades han mostrado más moderación con ella que con muchos otros, porque un arresto tendría un simbolismo muy fuerte”.
Por otro lado, “es la líder indiscutible de la oposición, pero si permanece mucho tiempo en el exilio, creo que eso cambiará y perderá progresivamente influencia política”, añadió.
Afinidad con Trump
En octubre, el Comité Nobel otorgó el galardón a esta ingeniera de formación por sus esfuerzos en favor de “una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia” en Venezuela.
Machado pasó a la clandestinidad después de las presidenciales de julio de 2024 que otorgaron un tercer mandato a Nicolás Maduro. Los resultados no fueron reconocidos por Estados Unidos, la Unión Europea y varios países de Latinoamérica.
La líder opositora sostiene que Maduro le robó las elecciones a su candidato, Edmundo González Urrutia, y publicó copias de los votos emitidos en las máquinas de votación como prueba del fraude. El chavismo niega las acusaciones.
Elogiada por sus esfuerzos en favor de la democracia en Venezuela, los adversarios le reprochan su afinidad con el presidente estadounidense Donald Trump, a quien dedicó su Nobel.
El mandatario republicano ordenó un importante despliegue militar en el Caribe que ha llevado a varios ataques estadounidenses contra presuntas “narcolanchas” que han dejado 87 muertos.
Por su parte, Maduro asegura que el verdadero objetivo de estas operaciones es derrocarlo y apoderarse de las reservas petroleras de Venezuela.
Reacciones de Venezuela
“Bueno para Venezuela”, dicen unos. “Vergonzoso”, sostienen otros. La entrega del premio Nobel de la Paz a la líder opositora María Corina Machado provocó opiniones muy opuestas en su país en medio del misterio de su viaje a Oslo.
En la ceremonia este miércoles en Noruega, su hija Ana Corina Sosa Machado recibió el premio en su lugar y aseguró que su madre llegaría “en pocas horas”. La propia Machado dijo en un audio enviado a los organizadores que muchas personas “arriesgaron sus vidas” para que “pudiera llegar a Oslo”.
“Está muy bien que haya recibido ese premio, porque es venezolana”, afirmó Alirio Villegas, jubilado de 78 años, quien como muchos venezolanos desconocen su paradero y se plantea dudas sobre su regreso a Venezuela.
“Está difícil que vuelva. Este país está difícil y no encontramos qué hacer. Pero tiene que volver, ella no se va a exiliar, ella es la que nos está dirigiendo. Si se va, qué vamos a hacer”, añadió.
Magali Meda, exjefa de campaña de Machado, descartó el martes desde Oslo que la opositora se quedaría en el exilio. “Cómo vamos a pensar que María Corina no va a regresar y se va a quedar en el exilio. Eso no existe”, dijo.
“Mi madre hizo todo para estar aquí y viene en camino. Su prioridad fue permanecer en Venezuela y asegurarse de que pudiera regresar”, dijo Ana Corina Sosa Machado, a la AFP al terminar la ceremonia.
En un clima festivo fuera de la Municipalidad de Oslo venezolanos envueltos en su bandera, querían tocar, besar, abrazar “a las Machado”, en referencia a la hija y a las hermanas de la laureada.
Muchos buscan prolongar su estadía en Oslo o tener más detalles del arribo de Machado para “celebrar con ella”, dijo Eduardo Figueroa, un informático de 37 años que viajó desde Madrid.
“Prófuga”
En Caracas, Jazmín Briceño, docente de 45 años, “el premio es bueno para Venezuela”. Pero cree que Machado “debe volver porque ella es venezolana y tiene derecho de volver, no pueden impedírselo”. “Aquí la esperamos”, subrayó.
El chavismo convocó a una marcha este miércoles en Caracas. “Era un velorio, un fracaso, fracaso total”, dijo la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez sobre la ceremonia.
El fiscal general, Tarek William Saab, dijo el 20 de noviembre a la AFP que si Machado abandonaba el país sería considerada “prófuga”, pues hay “numerosas investigaciones de carácter penal” en su contra.
“Es como los ladrones, se va a mantener escondida (...) No hace falta que vuelva, que se quede por allá fuera”, dijo Abigaíl Castillo de 24 años, asistente administrativa.
“Es una verdadera vergüenza que le hayan entregado ese premio a esa señora que lo que ha querido es bloqueo para nuestro país. No se merece ese premio”, agregó.
Machado ha estado en la clandestinidad por más de un año. Hasta hace semanas aseguraba que se encontraba en Venezuela.
Su familia y sus amigos, salieron del acto en Oslo caminando por una explanada donde la diáspora venezolana prevé realizar su propia marcha de las antorchas, una tradición organizada por el Consejo Noruego de la Paz desde 1954.
Sin embargo, esta coalición de 17 organizaciones civiles tomó distancia en protesta por la decisión de otorgar el Nobel a Machado, al reprocharle por sus ideas afines al presidente Donald Trump, que ordenó un despliegue militar en el Caribe desde agosto.
Un show
Además de quienes están a favor y en contra, hay otros que califican al reconocimiento y las “supuestas negociaciones” entre los gobiernos de Estados Unidos y Venezuela como un show.
Esos venezolanos quieren un acuerdo y que los dejen vivir en paz.
“Uno no come si María Corina se ganó un premio, uno tiene que salir a la calle a ganarse el dinero”, señaló Josmar Rodríguez de 32 años, carpintero.
Clara Machado, hermana menor de la galardonada, contenía las lágrimas cuando afirmaba feliz a la AFP que “en pocas horas” esperaba abrazarla.
Desde el lunes, su madre y otros miembros de su entorno aseguran que no tienen ni idea “del periplo de María Corina”.
