Buenos Aires. El presidente Javier Milei anunció que retirará a Argentina de la Organización Mundial de la Salud (OMS) por “profundas diferencias respecto a la gestión sanitaria” del organismo durante la pandemia. En redes sociales, calificó su labor como “nefasta” y justificó su decisión.
El mandatario siguió el ejemplo del expresidente estadounidense Donald Trump, quien resolvió retirar a su país de la OMS tras asumir el 20 de enero.
“Nunca nos olvidaremos de que fueron los ideólogos de la cuarentena cavernícola que, acorde al Estatuto de Roma de 1998 (artículo 7.k), implicó cometer, en complicidad con todos los Estados que siguieron sus directivas, uno de los delitos de lesa humanidad más estrafalarios de la historia”, escribió Milei en redes sociales.
“Por eso hemos decidido salir de un organismo tan nefasto, que fue el brazo ejecutor del mayor experimento de control social de la historia. ¡Viva la libertad, carajo!”, agregó.
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Más temprano este miércoles, el vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció que el presidente ordenó a la cancillería ejecutar la medida.
“Los argentinos no vamos a permitir que un organismo internacional intervenga en nuestra soberanía, mucho menos en nuestra salud”, enfatizó.
El portavoz explicó que la decisión le otorga al país mayor flexibilidad para aplicar políticas adaptadas a sus intereses. También permite un mejor uso de los recursos y refuerza la soberanía en materia de salud.
Adorni afirmó que la gestión sanitaria del organismo durante la pandemia, junto con el gobierno de Alberto Fernández, condujo al “encierro más largo de la historia de la humanidad” y a la falta de independencia frente a la influencia política de algunos Estados.
Argentina “no recibe financiamiento de la OMS, por lo que esta medida no implica pérdida de fondos”, aclaró el vocero.
El anuncio también responde a la política de Milei de reducir el gasto estatal. Argentina aporta unos $4,1 millones anuales al organismo.
Peligroso aislamiento
La decisión de Milei “es otra señal de lo que en los años 1990 llamábamos el ‘alineamiento automático’ con Estados Unidos”, dijo a esta agencia Andrea Oelsner, académica y directora de la carrera de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad de San Andrés.
En su opinión, la medida implica “un paso al aislamiento político internacional, que contradice el discurso del gobierno sobre abrirse al mundo”.
Oelsner rechazó el argumento de la pérdida de soberanía, pues la OMS “no tiene poder para obligar a los Estados a imponer políticas domésticas”. Además, advirtió que Argentina perderá un foro de cooperación clave para compartir información valiosa.
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“Las pandemias son inevitables y, por definición, globales. Aislarse y retirarse de espacios de cooperación y coordinación internacional no es una decisión inteligente”, agregó.
Para Federico Merke, profesor asociado de Relaciones Internacionales en la Universidad de San Andrés, la medida de Milei combina “teatralidad” para contentar a sus bases y al gobierno de Trump. Sin embargo, consideró que “en lugar de fortalecer la reputación internacional del país, erosiona su credibilidad”.
“Las amenazas a la salud no respetan fronteras. Quedar fuera de un espacio de cooperación y coordinación internacional deja a Argentina aislada de la conversación global”, sostuvo.
En junio pasado, Argentina rechazó adherirse a un nuevo protocolo sobre pandemias impulsado por la OMS, lo que anticipó su intención de retirarse del organismo.

‘Cuarentenas eternas’
Tras la conferencia del vocero presidencial, la Oficina del Presidente emitió un comunicado con más detalles sobre la decisión.
Según el documento, la OMS “falló en su mayor prueba de fuego: promovió cuarentenas eternas sin sustento científico durante la pandemia de Covid-19″.
“Las cuarentenas provocaron una de las mayores catástrofes económicas de la historia mundial”, agregó.
El gobierno concluyó que “urge repensar el rol de los organismos supranacionales, financiados por todos, que no cumplen sus objetivos y buscan imponerse sobre los países miembro”.