Lima. Alrededor de cinco millones de personas se enfrentan a un inusual corte de agua potable en Lima debido a labores de mantenimiento en las tuberías, que se extenderá hasta el próximo lunes.
Con 10 millones de habitantes, la mitad de la población de la desértica capital peruana quedó sin el suministro desde este viernes, generando airadas quejas y reclamos dirigidos hacia las autoridades.
Habitantes de varios puntos de la ciudad, en especial de los empobrecidos cerros, cuestionaron en particular la falta de planificación de los trabajos que fueron anunciados hace un mes.
“No sé qué vamos a hacer para cocinar en las ollas comunes. El agua no llega a las partes altas de los cerros”, declaró a esta agencia Carmen Zúñiga, Coordinadora de Ollas Comunes de Villa María de Triunfo, uno de los distritos del sur de Lima más afectados por el corte masivo.
En total, 22 de los 43 distritos limeños se verán afectados por la suspensión del servicio.
“Prácticamente en los asentamientos humanos siempre sufrimos de escasez de agua. No hay una planificación adecuada por parte del gobierno”, insistió Zúñiga.
La empresa estatal de agua y alcantarillado, Sedapal, desplegó un centenar de camiones cisterna para paliar el corte.
“Hago un llamado a la calma a nuestros compatriotas de Lima. Todos estamos comprometidos en que esto tenga el menor impacto posible en este fin de semana”, instó la ministra de Vivienda, Hania Pérez de Cuéllar.
Según la empresa, los trabajos permitirán mejorar el servicio para alrededor de cuatro millones de personas mediante la conexión de tuberías de dos metros de diámetro.
Ubicada a orillas del océano Pacífico, Lima, al igual que El Cairo, es una de las capitales que se erige en medio de un desierto. Se estima que aproximadamente 635,000 habitantes de Lima no cuentan con servicios de agua y alcantarillado.
El acceso al agua es un problema persistente en Perú, donde el fenómeno climático El Niño fue, en muchas ocasiones, la causa de cortes previos en el suministro.
El Niño provoca sequías y lluvias intensas, perturbando el abastecimiento normal en Lima, que depende de los ríos de los Andes.