Roma. El papa Francisco, gran amante de la música clásica, fue sorprendido saliendo de una tienda de discos del centro de Roma, un gesto especial de afecto con los dueños, amigos de hace varios años. Se trató de una nueva escapada del pontífice argentino, realizada sin preaviso, tal como lo hizo en otras contadas ocasiones, para visitar el martes, a las 7 p. m., la tienda Stereosound, a pocos pasos del célebre Panteón.
“Fue una visita rápida, inmensa, grande, humana, maravillosa. No tengo otras palabras, de verdad no las encuentro”, comentó emocionada Tiziana Esposito, hija de la propietaria, a la AFP. ”Era su deseo venir a visitarnos. Ha sido un privilegio que nos escogiera. Algo maravilloso, que no suele ocurrir”, añadió.
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El periodista español Javier Martínez-Brocal, reportero de la agencia de noticias Rome Reports, que se encontraba cerca del lugar, captó las imágenes del Papa mientras salía, por lo que la noticia se volvió viral. Las imprevistas salidas del papa latinoamericano, quien confesó que sufre por no poder salir a caminar por la calle como cualquier persona, casi siempre son por motivos muy personales.
En el 2015 acudió a una óptica de la Vía del Babuino, en pleno centro de Roma, para cambiar la montura de sus gafas y en el 2016 estuvo en una ortopedia, no muy lejos del Vaticano, para comprar zapatos nuevos. En esta ocasión quiso cumplir una promesa hecha tras su elección e indirectamente rendir homenaje a una tienda y a un sector emblemático, que sufre por la piratería, internet, las descargas masivas y que, sin embargo, sigue en pie, con muchos vinilos de segunda mano, casi escondida entre restaurantes y recuerdos para turistas.
“El disco es un sector para apasionados, siempre lo ha sido”, sostiene Esposito, quien trabaja con su marido, Danilo Genio y la madre, Letizia Giostra, quien abrió la disquería en 1971. ”El Papa es también un gran amante del tango, un tanguero. Es que es una persona simple y a la vez especial”, dice Tiziana.
La amistad con los dueños de la tienda nació antes de ser elegido pontífice en el 2013, debido a que el Papa se alojaba en una residencia para religiosos cerca al Panteón y solía adquirir discos de música clásica. El pontífice, que permaneció al menos veinte minutos en la tienda, se llevó como regalo algunos discos de música clásica.
“Venía como obispo, como arzobispo y como cardenal a comprar música clásica, para él o como regalo. Es un amante de la música, de la ópera, de las voces. Ama en particular Wagner, eso se sabe”, explicó Esposito. ”Le regalamos un estuche de discos”, aseguró sin precisar el contenido.
La pequeña tienda, que fue rodeada este miércoles por la prensa, fue refaccionada por los mismos dueños, le cambiaron el piso y la pintaron de blanco, ya que se encuentra en una zona muy turística. El papa bendijo el local, en el que se exponen discos de vinil de Maria Callas, colección de conciertos de la Deutsche Grammophon y hasta el legendario disco de los Beatles “Dont let me down” al precio de casi $80.