
París. El mundo superó el jueves los cinco millones de casos de nuevo coronavirus, debido sobre todo al rápido avance de los contagios en América Latina, una situación que contrasta con el progresivo retorno a la vida en Europa y con la “victoria” que China prevé proclamar frente al virus.
Según un recuento de la AFP basado en fuentes oficiales al menos 5.049.390 personas han resultado contagiadas, de las que 329.799 fallecieron. El número de casos del nuevo coronavirus en el mundo se ha multiplicado por dos en un mes, con una aceleración impresionante de los contagios en América Latina y el Caribe.
Hasta este jueves, hubo 34.049 decesos y 617.811 casos en América Latina y el Caribe, en tanto se contabilizaron 170.776 fallecidos (1.963.531 contagios) en Europa, y 100.087 (1.643.991) en Estados Unidos y Canadá.
El aumento en América Latina se debe en gran medida al alza de casos en Brasil (291.579 casos el 21 de mayo, cifra que se ha duplicado en nueve días), pero también en Perú (104.020 contagios el 21 de mayo), México (56.594 casos el 21 de mayo) y Chile (53.617 el 20 de mayo).
Europa en lenta reapertura
Europa, el continente más afectado, con cerca de dos millones de casos y algo más de 170.000 fallecimientos, continúa la vía de un lento desconfinamiento.
En España es obligatorio llevar mascarillas, a partir de los seis años de edad, en todos los lugares públicos, empezando por la calle, cuando no se pueda mantener la distancia social.
Este jueves, en la calle Alcalá, en el centro de Madrid, la casi totalidad de los peatones llevaban su mascarilla puesta, como se ha observado ya en las últimas semanas en la capital.

Algunos comercios estaban abiertos, más que la semana pasada, y los clientes, escasos, mantenían las distancias de seguridad.
“Yo ya llevaba la mascarilla desde que podemos salir a la calle, desde principios de mayo”, dijo Miguel Salvador, de 38 años. “No sé si es buena o mala, ni ellos lo saben”, añadió refiriéndose al gobierno, que inicialmente dijo no recomendar el uso generalizado de es e dispositivo.
El presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, consiguió el miércoles una nueva prórroga del estado de alarma contra la pandemia hasta el 6 de junio, en un Parlamento muy dividido.
En Italia, con el fin del largo encierro y el clima primaveral, los italianos volvían a cumplir con el rito del aperitivo en las terrazas y plazas de la península, lo que alarma a las autoridades ante un posible nuevo brote de la epidemia de coronavirus
"¡Este no es el momento de la fiesta ni de la movida, porque la curva puede volver a subir!" , advirtió el primer ministro, Giuseppe Conte.
En China, donde la epidemia apareció oficialmente en diciembre en la ciudad de Wuhan, los 3.000 diputados de la Asamblea Nacional Popular (ANP) se reúnen en la gran cita anual del régimen comunista del presidente Xi Jinping.
Panorama de contrastes
En esta sesión parlamentaria, que se celebra con varias semanas de retraso debido a la pandemia, Xi “proclamará la victoria total frente el virus”, prevé la politóloga Diana Fu, de la Universidad de Toronto, Canadá.
El mandatario estadounidense, Donald Trump, ha acusado a China de ser responsable de una “matanza de magnitud mundial”.
China no dudará en tomar “medidas de retorsión” si el Congreso estadounidense adopta sanciones, advirtió el portavoz del Parlamento, Zhang Yesui.
En tanto, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, anunció el levantamiento del estado de urgencia en tres regiones del oeste del país donde se había impuesto en abril para luchar contra el coronavirus.
En cambio, Brasil es uno de los países donde la pandemia crece más deprisa, con un balance de 1.179 fallecimientos en las últimas 24 horas. Pero el presidente Jair Bolsonaro sigue minimizando el peligro que representa el virus y critica las medidas de confinamiento.
En el mayor cementerio de América Latina, en Sao Paulo, el ritmo es frenético.
“Nuestro promedio era de 30-35 (entierros) diarios; un día fuerte, 45. Actualmente estamos enterrando a 60”, dice James Alan, supervisor de uno de los equipos de sepultureros del camposanto de Vila Formosa.

Perú, el segundo país más afectado en América Latina después de Brasil, superó el miércoles los 100.000 contagiados y las 3.000 muertes.
Los hospitales están colapsados y familiares de fallecidos y personal sanitario denuncian que faltan equipos y medicinas.
"Es como una película de terror, adentro (del hospital) parece como un cementerio por los cadáveres, los pacientes mueren en sus sillas, (o) en sillas de ruedas", dijo a la AFP el enfermero Miguel Armas, del hospital Hipólito Unanue de Lima.
Mientras, en Chile, donde se han superado los 50.000 casos, las protestas en Santiago se han extendido para denunciar la falta de alimentos.
Ecuador, otro de los países más afectados de América Latina, en particular la ciudad portuaria de Guayaquil, que comenzó el miércoles su desconfinamiento, se enfrenta a un nuevo problema: dos tercios de los presos de una prisión en el centro del país están contagiados.
En México, ocho futbolistas del club Santos, de la primera división del fútbol mexicano, dieron positivo al coronavirus justo en los días en que se espera la decisión de la Liga MX de cancelar o reanudar el torneo Clausura-2020.