
Jerusalén. Las principales organizaciones no gubernamentales israelíes, B’Tselem y Médicos por los Derechos Humanos, acusaron este lunes al gobierno de Israel de estar cometiendo un “genocidio” en la Franja de Gaza, en medio de una creciente presión internacional por poner fin a una guerra que ha dejado casi 60.000 muertos, en su mayoría civiles palestinos.
“Nada te prepara para darte cuenta de que eres parte de una sociedad que comete genocidio. Este es un momento profundamente doloroso para nosotros”, declaró Yuli Novak, directora ejecutiva de B’Tselem, en un comunicado difundido junto a una conferencia de prensa realizada en Jerusalén.
El pronunciamiento de las ONG israelíes se dio el mismo día en que el presidente estadounidense Donald Trump afirmó desde Escocia que ve posible un alto el fuego en la región. “Un alto el fuego es posible”, manifestó desde el complejo de golf familiar en Turnberry, tras una reunión con el primer ministro británico, Keir Starmer.
Mientras tanto, Israel anunció que los primeros cargamentos de ayuda humanitaria desde el desbloqueo parcial de los pasos fronterizos comenzaron a ser distribuidos en Gaza el domingo, donde la ONU alerta sobre niveles “alarmantes” de desnutrición, especialmente entre niños menores de cinco años.
Tras meses de asedio, camiones con ayuda cruzaron por primera vez el paso de Rafah, en la frontera con Egipto, como parte de una pausa diaria en los combates entre las 10 a. m. y las 8 p. m., según el gobierno israelí.
También se reanudaron los lanzamientos aéreos de alimentos, un gesto que algunos palestinos presenciaron con esperanza. “El hambre es implacable”, dijo Samih Humaid, de 23 años, quien logró recuperar “solo tres latas de frijoles”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó que en julio se registraron 63 muertes relacionadas con la desnutrición, entre ellas 24 niños menores de cinco años.

A pesar de los anuncios oficiales, varias organizaciones humanitarias afirman que la ayuda sigue siendo insuficiente y denuncian que Israel mantiene restricciones excesivas al ingreso de insumos básicos.
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“Antes de la guerra entraban entre 500 y 1.000 camiones diarios, y las necesidades han aumentado exponencialmente”, explicó Bushra Khalidi, de la ONG Oxfam.
Por su parte, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu declaró que “ya no habrá excusas”, al afirmar que los corredores humanitarios son ahora oficiales.
No obstante, la distribución sigue siendo limitada y las condiciones sobre el terreno, extremas. “Esperamos que, si entran los camiones, lleguen hasta nosotros”, dijo Suad Ishtaywi, una mujer de 30 años desplazada en el norte del enclave que vive en una tienda de campaña.
Israel, que controla todos los accesos a Gaza, niega cualquier bloqueo de la ayuda, acusando a Hamás de saquear los cargamentos y a las organizaciones humanitarias de no distribuirlos.
Sin embargo, estas organizaciones afirman que Israel impone restricciones excesivas a la entrada de ayuda en el territorio.
Desde el inicio del conflicto el 7 de octubre de 2023, tras un ataque de Hamás que dejó 1.219 muertos en Israel, la ofensiva israelí ha causado al menos 59.821 muertos en Gaza, según el Ministerio de Salud del territorio, cifras que la ONU considera fiables.
