
Una banda de hasta cuatro personas robó este domingo 19 de octubre nueve joyas pertenecientes a Napoleón Bonaparte y a la emperatriz Josefina, en el Museo del Louvre de un hecho que conmocionó a Francia. La acción criminal se ejecutó en tan solo siete minutos, informó el gobierno francés.
Los delincuentes utilizaron un camión con una grúa para acceder a la Galería de Apolo, espacio donde se exhiben las joyas de la corona francesa. El grupo, que portaba armas y motosierra, escapó en una motocicleta. El Louvre cerró al público durante todo el día.
Entre los objetos sustraídos se encuentran una corona, un broche y un collar, cuyo valor se calificó como inestimable, según el ministro del Interior, Laurent Nuñez.
Sin embargo, no es la primera vez que el Louvre sufre pérdidas de esta magnitud. A lo largo de su historia, el museo ha sido escenario de robos que marcaron la cultura y el arte mundial.
Estos son cinco de los casos más destacados:
1. La vez que un empleado robó la Mona Lisa
El 21 de agosto de 1911, Vincenzo Peruggia, quien trabajaba en el Louvre, ocultó la obra de Leonardo da Vinci bajo su abrigo y salió del museo con total calma. La desaparición permaneció sin resolverse durante más de dos años.
La policía investigó a varios sospechosos, entre ellos el pintor Pablo Picasso.
El misterio finalizó en diciembre de 1913, cuando Peruggia intentó vender la pintura a un coleccionista en Florencia. El comprador alertó a las autoridades. En enero de 1914, la pintura volvió al museo, rodeada de fuertes medidas de seguridad. El robo ayudó a que esta pintura se convirtiera en la más famosa del mundo.

2. Robo de armaduras del Renacimiento
Entre la noche del 31 de mayo y el 1.° de junio de 1983, desaparecieron una armadura y un casco renacentistas fabricados en Milán con incrustaciones de oro y plata.
Ambas piezas fueron donadas por la baronesa Salomon de Rothschild en 1922. Las autoridades tardaron casi 40 años en recuperarlas: reaparecieron en 2021, según informó CNN.
3. Estatuas robadas por un secretario de Apollinaire
En 1911, cuando se investigaba el caso de la Mona Lisa, la policía interrogó a Pablo Picasso y al poeta Guillaume Apollinaire por otro caso. En su poder se hallaron cabezas de estatuas ibéricas antiguas, robadas del museo en 1907.
El autor del robo fue Honoré-Joseph Géry Pieret, secretario de Apollinaire, quien sustrajo dos esculturas tras esconderlas bajo el abrigo. Picasso, fascinado por las figuras, le pagó 50 francos por ellas.
El artista las utilizó como inspiración para su obra Les Demoiselles d’Avignon (1907), considerada una pieza fundamental del cubismo.
4. El día que robaron una pintura de Camille Corot
El 3 de mayo de 1998, en plena tarde de domingo, un visitante rompió el vidrio protector y cortó una pintura de Jean-Baptiste Camille Corot con total precisión. El cuadro, Le Chemin de Sèvres, tenía un tamaño de 34 por 49 centímetros.
A pesar de que el museo cerró las puertas y revisó todas las pertenencias del público, la obra nunca fue recuperada. Su valor fue estimado en $1,3 millones.
5. La serie de robos de 1994
Cuatro años antes del robo del Corot, ocurrió otro caso similar. En 1994, desapareció una obra de Robert Nanteuil, de la que solo quedó el vidrio protector y la moldura.
Seis meses después, un ladrón robó un cuadro del siglo XIX del artista Turpin de Crissé en solo cinco minutos, saliendo tranquilamente por la puerta principal. En ese entonces, el Louvre contaba con 240 guardias de seguridad.
Una semana más tarde, otra persona arrancó una alabarda del siglo XVII de una escultura de bronce, a pesar de que esta pesaba 17 kilos.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
