Washington. ¿Qué pasa si China bloquea el acceso de la Marina de Estados Unidos a través de sus dos puertos en el extremo del Canal de Panamá? Senadores estadounidenses buscan determinar si la neutralidad de esta vía intraoceánica está en riesgo y qué medidas podrían tomar para evitarlo.
El expresidente Donald Trump planteó como objetivo “recuperar” el control del Canal de Panamá. Le preocupan dos temas: el peligro de que China impida el paso de embarcaciones estadounidenses y el costo del tránsito. Así lo expresó el senador republicano Ted Cruz en una audiencia del Comité de Comercio, Ciencia y Transporte.
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“Las empresas chinas están construyendo un puente sobre la vía que les permitirá bloquear el canal sin previo aviso. Además, controlan los puertos en cada extremo”, afirmó Cruz durante la sesión.
Louis E. Sola, presidente de la Comisión Federal Marítima (FMC), fue invitado como testigo y declaró que la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) administra la vía de forma independiente. Calificó la gestión panameña como un “modelo de administración de infraestructura pública”, pero advirtió sobre dos desafíos persistentes: los escándalos de corrupción y la influencia extranjera, en particular de Brasil y China.

Los senadores expresaron especial preocupación por la presencia china en la región. “Supongamos que tenemos pruebas de que funcionarios del Partido Comunista Chino sobornan a Panamá, ¿sería eso una violación del tratado?”, preguntó el republicano Dan Sullivan.
El legislador también planteó un posible escenario en caso de un conflicto con Taiwán o Filipinas. Según su hipótesis, funcionarios chinos podrían presionar a las empresas que operan en los extremos del canal y ordenarles entorpecer el tránsito. “Podrían decirles: ‘Oye, ciérralo, complícalo, hunde un barco’”, advirtió.
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Eugene Kontorovich, profesor de derecho en la Universidad George Mason, explicó que la presencia de empresas chinas en los extremos del canal, por sí sola, no constituye una violación del tratado. Sin embargo, para que se configure una falta, debe existir una amenaza directa a la operación de la vía.
A cambio de la cesión del canal en 1999, Panamá aceptó un régimen especial de neutralidad. Esto implica que la vía debe estar abierta a todas las naciones, mantener tarifas equitativas, ser exclusivamente panameña y prohibir cualquier presencia militar extranjera.

¿Acción unilateral?
Durante la audiencia, Kontorovich planteó una duda clave sobre la influencia china. “Si Panamá contrata a una empresa estatal china o a una privada con influencia del gobierno chino, ¿afectaría la neutralidad del canal?”, preguntó.
El académico destacó que el tratado no establece un límite claro sobre cuánto control extranjero es demasiado. “Esto nos lleva a la pregunta final: ¿Quién determina si la neutralidad está siendo amenazada o comprometida?”, expuso ante los senadores.
El acuerdo establece que cada país firmante tiene la potestad de evaluar si se produjo una violación de la neutralidad. Además, el artículo 4 del tratado autoriza a ambas partes a tomar medidas unilaterales para garantizar el cumplimiento del régimen.
Según Kontorovich, si Estados Unidos considera que la neutralidad del canal está en peligro, podría actuar de forma unilateral. “Cada parte puede emprender una acción unilateral si cree que la neutralidad está siendo amenazada y luego tomar los medios que sean necesarios para mantener el canal neutral”, advirtió.
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Bandera panameña
Los senadores también discutieron si la neutralidad del canal ya se encuentra en riesgo. Kontorovich respondió que la posibilidad existe, pero aclaró: “Es imposible decirlo de manera definitiva”.
El profesor recordó que las empresas que hoy operan los puertos en los extremos del canal obtuvieron sus contratos en 1997, pocos meses antes de que Hong Kong pasara a estar bajo soberanía china. En aquel momento, las compañías aún eran consideradas británicas.

Desde su perspectiva, Estados Unidos podría defender la neutralidad del canal de manera preventiva, sin necesidad de esperar a que se produzca un acto de sabotaje o agresión.
Louis E. Sola sostuvo que la seguridad del canal debe ser responsabilidad de Estados Unidos y recomendó formalizar esta idea para evitar vulnerabilidades en el futuro.
En la audiencia también se discutieron posibles medidas de presión para evitar que China tome mayor control sobre la vía. Trump no descartó el uso de la fuerza, pero legisladores señalaron que existen otras opciones.
“La fuerza armada nunca debería ser el primer recurso”, consideró Kontorovich. “Una especie de control territorial no es una solución clara”, agregó.
Daniel B. Maffei, comisionado de la FMC, sugirió sancionar a barcos con bandera panameña. “Es una de sus principales fuentes de ingresos”, comentó, en referencia a Panamá.
Finalmente, la senadora republicana Marsha Blackburn propuso condicionar la inversión estadounidense en Panamá a que el país garantice que “Panamá y solo Panamá controla ese canal”.
