
Washington. El ejército de Estados Unidos informó que el lunes llevó a cabo ataques contra tres embarcaciones presuntamente vinculadas al narcotráfico en el Pacífico oriental, acciones que dejaron ocho personas fallecidas, en el marco de una campaña militar que ha generado cuestionamientos sobre su legalidad.
De acuerdo con el Comando Sur de Estados Unidos, los servicios de inteligencia determinaron que las naves transitaban por rutas conocidas de narcotráfico y estaban involucradas en actividades ilícitas.
“Un total de ocho hombres narcoterroristas murieron durante estas acciones: tres en la primera embarcación, dos en la segunda y tres en la tercera”, señaló el organismo en una publicación en la red social X.
El comunicado fue acompañado por imágenes de video en las que se observan los tres botes flotando en el mar tras ser alcanzados por los ataques.
Escalada militar y cuestionamientos
Esta ofensiva forma parte de una escalada sin precedentes iniciada a principios de septiembre, que ha dejado al menos 95 muertos, según cifras oficiales.
La operación ha implicado un importante despliegue militar estadounidense en el Caribe, que incluye el portaviones más grande del mundo y varios buques de guerra.
Bajo el mando del secretario de Defensa, Pete Hegseth, la campaña ha resultado en la destrucción de 26 lanchas, con un impacto particular en rutas que, según Washington, están vinculadas a organizaciones criminales que operan desde Venezuela.
No obstante, las autoridades estadounidenses no han presentado pruebas públicas tangibles que respalden las acusaciones contra las embarcaciones atacadas.
Esta situación ha generado críticas de la ONU, expertos en derecho internacional y organizaciones no gubernamentales, que cuestionan la legitimidad de las operaciones y el uso de la fuerza letal sin procesos judiciales previos.
La controversia se intensificó tras una operación realizada a inicios de septiembre, en la que el ejército estadounidense lanzó dos ataques consecutivos contra una embarcación, el segundo de los cuales causó la muerte de los dos sobrevivientes del primer impacto, según reportes citados en el debate político en Washington.
Mientras el presidente Donald Trump sostiene que estas acciones buscan combatir el narcotráfico, el mandatario venezolano Nicolás Maduro asegura que se trata de un pretexto para desestabilizar a su gobierno.
El Senado de Estados Unidos tiene previsto reunirse este martes en sesión plenaria con Hegseth y con el secretario de Estado, Marco Rubio, para analizar la situación.
El líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, adelantó que se discutirá sobre “las acciones irresponsables e ilegales del gobierno en el Caribe” y acusó a la administración de evitar dar explicaciones claras.
Según la cadena CNN, ambos funcionarios también deberán comparecer ante la Cámara de Representantes en una reunión a puerta cerrada.
El gobierno estadounidense ha afirmado que cuenta con información clasificada del Departamento de Justicia para justificar los ataques sin supervisión judicial, un argumento que continúa alimentando el debate político y legal dentro y fuera del país.
