EscucharLas tasas de los créditos de consumo, principalmente las asociadas a tarjetas de crédito, se resisten a bajar, a pesar de los recortes aplicados por el Banco Central de Costa Rica (BCCR) en su tasa de política monetaria (TPM), a partir de marzo de 2023.
Según datos del Banco Central, presentados en el Informe de Política Monetaria (IPM) de octubre, las tasas de créditos de consumo, sin incluir tarjetas, aumentaron 14 puntos base (p. b.) desde que se aplicó la primera reducción en la TPM.
Por su parte, las tasas en el mercado de tarjetas de crédito subieron 145 puntos base en ese periodo. El análisis del BCCR considera la variación entre el 15 de marzo de 2023 y el 31 de octubre de 2024.
La dinámica no cambió demasiado en las últimas semanas. El promedio de las tasas activas negociadas (TAN) para los créditos de consumo se redujo en 43 p. b. entre las semanas del 15 de marzo de 2023 y el 03 de diciembre de 2024, último dato disponible.
En tanto, la TAN promedio para tarjetas aumentó en 230 puntos, al pasar de 28,17% a 30,40% en ese mismo periodo, según información publicada en el sitio web del Banco Central.
Entre marzo de 2023 y finales de octubre de este 2024, la TPM se redujo en 500 puntos, pasando de 9% al 4% actual, y se mantendrá, al menos, hasta el 19 de diciembre, cuando habrá una nueva reunión de política monetaria.
Róger Madrigal, presidente del Banco Central, afirmó que buena parte de la reducción de la TPM se transmitió a las tasas pasivas (las de los ahorros), pero que el ajuste en las tasas activas (en préstamos) ha sido limitado.
“Tenemos algunas categorías de crédito de consumo, con tarjeta y sin tarjeta, que, en ambos casos, lejos de bajar, han aumentado, probablemente porque se consideran operaciones muy riesgosas", manifestó Madrigal durante la presentación del IPM.
Bernal Alfaro Chaves, director de Banca de Personas en Banco Promerica, manifestó que ellos monitorean constantemente las condiciones del mercado para ajustar sus tasas de interés. Para las tarjetas, señaló que son ajustadas de forma semestral para todas sus transacciones, siempre por debajo de la tasa máxima establecida por el Banco Central.
La TPM es una de las herramientas que tiene el Banco para influir sobre la economía, y también impacta los ahorros, las cuotas de los créditos y el consumo. Se le conoce como tasa de referencia.
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Madrigal aseguró que las tasas de los créditos dependen de cada entidad financiera, que considera el costo de los recursos y los riesgos asociados. Añadió que es “muy probable” que los préstamos de consumo sean de los más riesgosos, lo que influye en las tasas.
“Tampoco hay que desconocer que es un mercado particular, el crédito de consumo y con tarjeta, y que hay un poder de mercado que se ejerce", señaló Madrigal en la presentación del IPM.
José Antonio Vázquez, director Corporativo de Finanzas del Banco Nacional, explicó que las tasas de interés de productos de crédito como el de consumo consideran distintos factores, como el costo del fondeo, la pérdida esperada por impago del cliente, costos administrativos y consumo de capital, entre otros.
Vázquez agregó que en la determinación de la tasa total, los factores que más pesan son las pérdidas esperadas por impago del cliente, así como los costos de capital. Sobre esto último, destacó que a nivel regulatorio, se han incrementado los cargos de capital para operaciones de consumo a mayor plazo.
“Es común que algunos de los productos tengan tasa fija todo el periodo, con el fin de dar estabilidad en la cuota al cliente, en cuyo caso esas tasas no varían, ni hacia arriba ni hacia abajo, cuando cambian las tasas de referencia del mercado, y tienen un costo de fondos mayor que los créditos de tasa variable", añadió Vázquez.
Por otro lado, la tasa pasiva negociada (TPN), que es la que pagan las entidades por los depósitos de sus clientes, experimentó una reducción de 474 p. b. durante este mismo periodo que analizó el BCCR.
La tasa básica pasiva (TPB), principal referencia para el mercado en colones, cayó en 246 p. b., mientras que otros tipos de interés asociados a créditos para actividades como el comercio, manufactura y servicios tuvieron rebajas de entre 147 p. b. y 267 p. b.
Topes máximos
Alonso Alfaro, economista jefe del Banco Central, explicó que el comportamiento opuesto entre la TPM y las tasas de tarjetas de crédito podría estar relacionado con la forma en que se calculan los topes máximos para estas últimas.
Carlos Fernández, exgerente del Banco de Costa Rica (BCR), afirmó que con la entrada en vigencia de la ley de Usura, las entidades se han apegado al tope máximo establecido por la normativa.
Alfaro también señaló que típicamente las nuevas operaciones en los créditos con tarjeta se apegan a la tasa máxima. “En la forma en la que se calcula actualmente, esto es por la Ley 9859, se utiliza la información previa que tiene un potencial problema", añadió.
El economista jefe del Banco Central agregó que el potencial inconveniente es que se utiliza información de operaciones similares para los 12 meses previos, lo que puede causar que estas vayan en sentido opuesto a la política monetaria.
“Al Banco Central le corresponde calcular esas tasas máximas, pero lo que le corresponde es calcularlas, la fórmula está determinada por ley", afirmó Alfaro. La normativa a la que hace referencia es la conocida como Ley de Usura, vigente desde junio de 2020.
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Desde la entrada en vigor de esta normativa, en junio de 2020, el ente emisor establece cada seis meses los límites para créditos y microcréditos en colones, dólares y otras monedas. Durante 2021 y 2022, las tasas máximas mostraron una tendencia a la baja, pero ya llevan cuatro semestres consecutivos al alza.
En esa misma línea, Madrigal afirmó que una mayor competencia en el sistema financiero podría hacer que los intermediarios se alejen de los topes máximos establecidos. “Hay un poder de mercado en el que puedo irme al máximo establecido y nada pasa, porque no hay contestabilidad en el mercado", comentó.
Durante una presentación ante el Plenario el 11 de noviembre, Madrigal también dijo a los diputados que la falta de competencia en el sistema financiero dificulta el traslado de las reducciones de la TPM al mercado.
Fernández coincidió en que una mayor competencia podría incentivar tasas más bajas. Por ejemplo, afirmó que un mayor apetito de riesgo por parte de los bancos públicos en este segmento también podría influir positivamente.
Lento traslado
El Banco Central destacó en el IPM de octubre que el lento traslado de las reducciones en la TPM a las tasas activas constituye un riesgo para sus proyecciones macroeconómicas.
La TAN, que es un promedio ponderado de los intereses de préstamos concretados en un periodo determinado, solo se redujo 77 puntos entre mayo de 2023 y octubre de 2024. Sin embargo, si se excluyen las tasas por tarjetas de crédito, la reducción se hace más grande, hasta 156 p. b.
Según el informe del ente emisor, esta dinámica podría limitar la actividad económica del país, moderar las presiones de la demanda interna y, en consecuencia, influir en la inflación.
El jerarca del Banco Central reconoció que este fenómeno obedece a múltiples factores, entre ellos los riesgos asociados a los créditos, que pueden reflejarse en las tasas de interés, cambios regulatorios, poder de mercado y poca competencia.
