
Los billetes y monedas de colección de Costa Rica se venden a altos precios tanto en subastas internacionales como en el mercado nacional.
De acuerdo con información de miembros de la Asociación Numismática de Costa Rica, las piezas en el extranjero, logradas en subastas realizadas por instituciones especializadas en colecciones, han rondado entre los $15.600 y los $263.000 en los últimos dos años.
En este nivel de comercialización, la demanda de las piezas viene de coleccionistas que compran piezas certificadas.
Ricky Zapata, miembro de la Asociación y coleccionista desde hace 25 años, indicó que hay varias casas de subastas de referencia internacional, entre ellas Heritage, Doyle y Stack’s Bowers.
Las subastas son anunciadas con antelación y se informa de las piezas o colecciones que formarán parte en la puja.
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“Hay coleccionistas que quizás les hace falta una pieza y con tal de obtenerla pagan mucho dinero”, señaló.
La rivalidad de altos precios está entre la primera moneda acuñada en 1837, que se conoce como La Palmera, y la de 20 pesos de 1873.
“Son las dos monedas más carillas, son muy difíciles de conseguir, son sumamente extrañas”, refirió Leonardo Montalbán, presidente de la Asociación.
En Costa Rica, existen al menos 20 grupos de WhatsApp en donde se realizan subastas cerradas de billetes y monedas.
Zapata administra un grupo privado en Facebook con más de 7.000 miembros. En esta red social hay al menos diez grupos similares; algunos son públicos. La compra y venta de piezas es la constante.
Monedas conmemorativas al alza
Alejandro Matamoros, coleccionista desde hace 30 años y miembro de la Asociación, señaló que en el país la moneda de ¢50 de la mariposa morpho, lanzada en noviembre de 2024, ya se cotiza en ¢100.000 o más, “porque es muy atractiva”.
En tanto, la moneda del Bicentenario de la Independencia puede llegar hasta ¢300.000. “Uno, que es coleccionista, se asusta de ese precio porque no tiene razón de ser”, añadió. Consideró que esto obedece al surgimiento de un mercado de reventa generado por el interés de nuevos coleccionistas a partir de 2021.
Matamoros explicó que hay una serie de piezas de alta búsqueda por parte de los coleccionistas en el país, pero su precio depende de los detalles de cada una, además de su certificación, pero principalmente de la oferta y la demanda.
Montalbán estimó que la moneda de la mariposa tiene la particularidad de colores llamativos y ha despertado interés en el extranjero, además de confirmar el precio superior a los ¢100.000.
El presidente gremial señaló, además, que dos piezas conmemorativas han subido considerablemente de precio: la del bicentenario de la Independencia, del 2021, y la de los 175 años de la fundación de la República, del 2023.
Los coleccionistas también indicaron que el set de monedas de oro y plata emitido en 1970 por el Banco Central de Costa Rica (BCCR) tiene un alto valor en el mercado numismático y es difícil de conseguir. El precio podría estimarse en varios millones de colones.
Por otro lado, Zapata apuntó que la moneda de ¢50 que rinde homenaje a la biodiversidad con la rana calzonuda, lanzada en febrero, está aumentando su precio y ya se cotiza en más de ¢40.000.
Recomendaciones
Tomás Dueñas, empresario y exministro de Comercio Exterior, se dedica a la numismática desde hace 40 años. Recomendó a los noveles coleccionistas que definan específicamente qué es lo que van a recopilar.
“No basta con decir ‘voy a coleccionar monedas’. Se debe ser específico: ¿monedas de plata del siglo pasado? ¿Monedas de oro? ¿Monedas reselladas? ¿Billetes de un banco o de una época en particular? Esto establece un parámetro para saber qué se necesita y qué se busca”, indicó.
Además, advirtió que deben tener paciencia, porque si no terminarán pagando “tres veces más” por la misma moneda.
Gregorio Martén, quien colecciona monedas desde hace varias décadas, opinó que este es un mercado muy dinámico.
“Es un mercado repleto de especulación, y también ocurren las burbujas (de precios), pero es poco probable que haya desplome de precios. Hay que tener conocimientos de coleccionista y de inversionista”, dijo.

