Intel y Qorvo, empresas especializadas en semiconductores con operaciones en Costa Rica, anunciaron que trasladarán sus procesos de manufactura hacia países de Asia.
Analistas consultados por La Nación coinciden en que estas decisiones forman parte de una reestructuración empresarial, orientada sobre todo a lograr una mayor eficiencia en costos, que encuentran en naciones asiáticas.
Juan Carlos Pérez Herra, docente de la Escuela de Administración Pública y politólogo de la Universidad de Costa Rica (UCR), señaló que las compañías procuran elevar el valor de las acciones reduciendo los gastos. “Ellos están pasando a Asia, donde los costos son menores”, dijo.
Alexander Mora, exministro de Comercio Exterior, comentó que Asia, particularmente el sudeste asiático, se ha consolidado como un centro neurálgico para la industria de semiconductores, gracias a una logística eficiente y de bajo costo, así como a una sobresaliente dotación de recurso humano.
“Esta región ofrece una combinación de factores que la hacen más atractiva que Costa Rica para altos volúmenes de producción y ciertas etapas de la cadena de valor”, afirmó Mora.
El exjerarca añadió que especialmente Vietnam, Malasia y Tailandia integran un ecosistema que abarca mercado, manufactura y proveedores, una debilidad que tienen Costa Rica y Latinoamérica.

Para Jaime Morales, gerente de comercio exterior de la firma Grant Thornton, es complejo determinar las razones concretas por las que una empresa decide cerrar su operación en el país para trasladarla a otro.
Sin embargo, reconoció que, aunque existen factores externos fuera del control del país, Costa Rica no se caracteriza por ser un destino barato. A ello se suman variables como el tipo de cambio, las ineficiencias logísticas, la movilidad y la tramitología.
“El mensaje de esto es la necesidad que tiene el país de trabajar en una agenda de competitividad. Es claro que no somos el país más barato y si a eso le sumamos otros factores que hoy nos están afectando, puede pesar en la toma de decisiones de una compañía de este tipo”, afirmó Morales.
Pérez Herra agregó que no se trata de decisiones vinculadas al talento humano, sino de una búsqueda por lograr mayor eficiencia en costos y acercarse a las cadenas de suministro de materias críticas en semiconductores, que se encuentran en Asia.
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Por su parte, Morales indicó que, tras la pandemia, hubo una fuerte tendencia hacia el nearshoring (reubicación cercana), en contraste con el modelo previo de offshoring, que consistía en invertir en destinos lejanos para reducir costos.
No obstante, Morales recalcó que las empresas consideran múltiples variables al definir la relocalización de sus operaciones, aunque los costos siempre tienen un peso determinante.
“Definitivamente muchas operaciones buscan costos. Estamos hablando del costo de la mano de obra, cargas obrero-patronales, de las instalaciones, de beneficios; entonces, entran a jugar muchas cosas”, manifestó.
Agregó que se analizan otros aspectos como la estructura de las cadenas de valor de las multinacionales, lo que podría ser aún más relevante si sus mercados meta o estructuras de sus cadenas está en Asia.
En el caso de Intel, trasladará su planta de ensamblaje y prueba de Costa Rica a sus sedes en Malasia y Vietnam. Esta operación había sido reabierta en 2021, tras el cierre en el 2014 de su operación de manufactura.
Mora, quien era ministro de Comercio Exterior en el 2014, afirmó que esa decisión no respondía a factores locales, sino a la estrategia corporativa global, tras las reuniones que sostuvo con la compañía.
“Aunque las decisiones suelen ser multifactoriales, estas resultan fundamentalmente de las estrategias corporativas globales y de los retos geopolíticos, y en muy menor grado de condiciones locales, sin negar que en algunas decisiones y acciones puntuales, lo local puede tener algún peso”, aseveró Mora.
Sobre el segundo cierre de la planta, Mora consideró que hubo una “tormenta perfecta”, con la inteligencia artificial y la geopolítica como factores externos dominantes, sumados a una crisis de gobernanza en sectores clave a nivel interno.
Por su parte, la firma Qorvo anunció el cierre de su planta en Costa Rica, dedicada principalmente a tecnologías de back-end packaging, las cuales trasladará a Asia, sin especificar los países.
Exjerarcas cuestionan gobierno
Marco Vinicio Ruiz, exministro de Comex, señaló que Costa Rica enfrenta limitaciones de competitividad, como el tipo de cambio, y que corresponde al gobierno atender estas variables para evitar la fuga de inversiones hacia países donde se ofrecen condiciones más favorables.
Ruiz cuestionó qué acciones ha tomado el gobierno para evitar la salida de empresas como Intel, al considerar que es su responsabilidad abordar preocupaciones en temas como infraestructura y condiciones laborales.
“Esto no debe ser una sorpresa para el gobierno. Es evidente que una empresa como Intel debe tener un seguimiento adecuado por parte de los ministerios, particularmente de Comercio Exterior. Esto requiere un seguimiento no solo a la situación internacional del sector, sino también de un contacto directo con la empresa. Ahí es donde tengo una gran interrogante ¿qué ha hecho el gobierno para evitar que esto suceda?”, cuestionó Marco Vinicio Ruiz.
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Mora coincidió en que el país atraviesa una “profunda crisis de gobernanza y bajísimas capacidades institucionales” en sectores clave como el de economía, comercio exterior, ciencia, tecnología y educación, lo que limita el análisis y la toma de decisiones.
“En mi hipótesis, sigue fuerte el criterio de que los factores locales no son peso sino contrapeso, que en la coyuntura actual de nuestra crisis de gobernabilidad, podrían haber dejado de serlo y haber pasado a sumar del lado de ‘los pesos’“, afirmó.
Mora también apuntó que, más allá del talento humano con que cuenta Intel y del apoyo de entidades como Cinde, “el resto de la institucionalidad ha restado y no sumado”.
Retos
Tanto Pérez Herra como Morales coincidieron en que existen retos pendientes, como mejorar la formación de talento especializado en semiconductores y avanzar en reformas que fortalezcan la competitividad, para evitar más salidas del país.
“Somos muy pasivos, a veces reaccionamos muy lento respecto a lo que están haciendo otros países. Hay que pensar en cambios más estructurales para mejorar este tema de competitividad. Partamos de uno muy sencillo, que es el tipo de cambio”, afirmó Morales.
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Pérez Herra destacó la necesidad de replantearse cuál es la estrategia país que se tiene que llevar adelante para aprovechar las oportunidades y no perder la ventaja que ha tenido Costa Rica en esta área.
Intel indicó que estas acciones son necesarias para seguir siendo competitiva en una industria dinámica. En Costa Rica mantendrán más de 2.000 empleados en Intel Products (Ingeniería) y en Intel Corporate (Servicios Globales).

