EscucharParís. El presidente panameño, José Raúl Mulino, advirtió este martes que si la Unión Europea (UE) no retira a Panamá de la lista de paraísos fiscales, la empresas del bloque no podrán participar en las “licitaciones internacionales” en el país centroamericano.
“Si seguimos en la lista, no pueden participar (...) Panamá no permitirá que ningún país que nos mantenga en la lista participe en los proyectos o en las licitaciones internacionales que tenemos a partir del próximo año”, aseguró.
Mulino realizó estas declaraciones en un encuentro con tres medios, entre ellos AFP, en París, donde logró el apoyo del presidente francés, Emmanuel Macron, a una “salida rápida” de la lista europea de paraísos fiscales.
En los últimos años, Panamá realizó reformas legales, como la penalización de la evasión fiscal, cambios que le permitieron salir en 2023 de la “lista gris” del Grupo de Acción Financiera (GAFI), con sede en París.
Sin embargo, el Consejo de la UE, instancia que reúne a los países del bloque, decidió el 8 de octubre mantener a Panamá en su lista negra, junto a Fiyi, Guam, Palaos, Rusia, Trinidad y Tobago, entre otras jurisdicciones.
La UE reprocha a Panamá que no tenga una calificación de al menos “conforme en gran medida” por parte del Foro Global sobre Transparencia e Intercambio de Información Tributaria, así como un “perjudicial” régimen de exención de rentas de fuente extranjera.
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“No somos un paraíso fiscal”, reiteró el mandatario de derecha, para quien la UE y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) “mienten en cuanto a la condición de Panamá como país que no califica”.
Su advertencia llega cuando su país estudia un importante proyecto de construcción de un ferrocarril de pasajeros y carga de casi 400 kilómetros de longitud entre Ciudad de Panamá y la provincia de Chiriquí, fronteriza con Costa Rica.
El estudio de factibilidad recomendó tender la línea férrea entre Ciudad del Futuro, 37 km al oeste de la capital, y la ciudad de David, situada a unos 50 km de la frontera con Costa Rica. Tendría 22 estaciones.
La construcción demoraría unos seis años y demandaría una inversión de $4.100 millones.
