La Asamblea Nacional de Panamá aprobó este viernes un nuevo régimen laboral que restituye beneficios a los trabajadores de la bananera estadounidense Chiquita Brands, tras más de un mes de protestas y pérdidas millonarias.
Los empleados de Chiquita se declararon en huelga el 28 de abril y hasta el pasado miércoles cortaron carreteras en la provincia caribeña de Bocas del Toro, fronteriza con Costa Rica, después de una reforma de las pensiones que eliminó algunos de los beneficios que tenían.
Las protestas cesaron tras el compromiso de la junta directiva de la Asamblea Nacional y los jefes de las bancadas con los sindicatos para aprobar un proyecto de ley, apoyado por el gobierno de José Raúl Mulino, que permite jubilaciones anticipadas y otros beneficios para los trabajadores bananeros.
La nueva normativa, aprobada con 54 votos a favor, uno en contra y una abstención, establece “un régimen especial para los trabajadores de las empresas bananeras”, indicó la Asamblea panameña en su cuenta de X.
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La ministra de Trabajo, Jackeline Muñoz, defendió el proyecto asegurando que los trabajadores “están expuestos a factores de riesgo crónico” y al “contacto diario de agroquímicos”.
Debido a las protestas, la empresa cesó operaciones y despidió a más de 6.500 obreros de su planta en Changuinola, en Bocas del Toro. Dos semanas atrás había asegurado que las protestas le generaron más de $75 millones en pérdidas, cifra que algunos medios locales elevan a más de $100 millones.
El acuerdo también estipula que la presidenta de la Asamblea Nacional, Dana Castañeda, dialogará con Chiquita para conocer el futuro de los trabajadores despedidos, aunque Mulino descartó que su gobierno vaya a negociar su reintegro con la compañía.
“Nosotros no tenemos ninguna intención ni se está haciendo ninguna gestión con Chiquita para que vuelvan a emplear a los trabajadores destituidos y mucho menos pagarles a Chiquita las multimillonarias pérdidas que ha tenido”, dijo Mulino el jueves.
“Ese es un problema de empresa con sindicato, el gobierno ha cargado con la situación, no con el problema”, añadió. Sin embargo, el presidente de la Cámara de Comercio de Bocas del Toro, Aris Pimentel, comentó a la AFP que el gobierno “tendrá que hacerle frente” a una parte de las pérdidas de la bananera para que la empresa “quizás valore” reanudar sus operaciones en el país.
