San Gerardo de Dota es una comunidad que subsiste gracias al ecoturismo; la belleza de su zona atrae mayoritariamente a turistas extranjeros que buscan un viaje más pausado para estar en contacto con la naturaleza y recorrer los senderos de bosque primario.
La comunidad también es conocida por sus quetzales y esta es su principal fortaleza para atraer visitantes interesados en el turismo de aves, actividad que acapara una importante participación dentro del itinerario de quienes llegan a Costa Rica.
Durante el 2016, el 15,4% de los visitantes observaron aves durante su estancia en el país, según la Encuesta Aérea de No Residentes, en el Aeropuerto Juan Santamaría, realizada por el Instituto Costarricense de Turismo (ICT).
Por su parte, el 4% de los consultados en el Aeropuerto Internacional Daniel Oduber Quirós, afirmaron que también realizaron esta actividad.
Esto significa que de 2.189.234 turistas que ingresaron al país vía aérea en el 2016, 424.711 (cerca del 20%) disfrutaron de la observación de aves en algún momento de la visita.
Tal es el caso de la estadounidense Barbara Peterson, quien viajó desde Alaska para apreciar de la belleza de los quetzales en San Gerardo de Dota. “He viajado por la costa y el sur de Costa Rica. Nos quedamos dos días en un hotel para ver las aves de por aquí y después ir hacia otro destino”, comentó.
San Gerardo de Dota atrae principalmente a turistas extranjeros provenientes de Europa y Estados Unidos. Precisamente, el 28% de los visitantes europeos que ingresó a Costa Rica vía aérea, durante el 2016, disfrutó del avistamiento de aves, de acuerdo con la encuesta del ICT.
“Predomina el turista extranjero; lo que está creciendo mucho es el europeo. Hace dos o tres años sí era bastante estadounidense pero ahora el europeo predomina más, lo que es francés, holandés, inclusive el alemán o el sueco, viene bastante”, indicó Olman Padilla, del Hotel Suria.
Rolando Chacón, gerente del Hotel Savegre, asegura que el perfil de los visitantes es de personas entre 65 y 85 años, y mayoritariamente provienen de Estados Unidos, Alemania, Holanda, España y Francia.
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Hotelería amigable con el ambiente
San Gerardo de Dota se caracteriza por el verdor de las montañas, el aire fresco y las aguas cristalinas del Río Savegre. Esto es el resultado del desarrollo sostenible que se ha generado en la zona desde 1954, año en que llegaron los primeros habitantes.
Algunos negocios cuentan con la Certificación para la Sostenibilidad Turística CST del ICT, tal es el caso del Dantica Cloud Forest Lodge que cuenta con la certificación máxima por lo que desarrolla un programa de reciclaje y separación de desechos.
El Hotel Savegre también ostenta ese reconocimiento y dentro de sus instalaciones cuenta con un biodigestor de aguas negras, un humedal para purificar las aguas jabonosas y paneles solares para generar parte de la energía que requiere el restaurante.
“El desarrollo ha tenido que ser integral porque estamos en un entorno natural y con una riqueza extraordinaria. No solo nos obliga, sino que a nivel de convicción, somos un hotel ecológico donde procuramos generar el mínimo impacto al medio ambiente”, aseguró el Gerente General.
Hotel Savegre | Dantica Cloud Forest Lodge | Hotel Suria |
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33 habitaciones estándar y 18 junior suite | 12 habitaciones para dos y cuatro personas con vista a la montaña | 20 habitaciones con calefacción |
Reserva privada | Senderos con bosque primario | Bar y restaurante |
Senderos con bosque privado | Galería de arte | Jardines y senderos internos |
Centro de investigación (Quetzal Education Research Center) | Ofrece actividades como canopy, caminatas y visitas al páramo | |
Sembradíos de manzanas y melocotones | Área de juegos para niños | |
Vivero de suculentas | ||
Spa | ||
Bar y restaurante |
Zona se recupera tras paso de Nate
San Gerardo de Dota logró recuperarse tras el embate que sufrió por la Tormenta Nate en octubre del 2017. Seis meses atrás, la zona estuvo sin fluido eléctrico por una semana y durante un mes la visitación de turistas fue casi nula.
Los hoteles lograron recuperarse gracias al acompañamiento del ICT y el trabajo que la comunidad realizó junto a la municipalidad para limpiar caminos y restablecer el paso. Esto permitió que la recuperación de la zona fuera rápida y para el mes de diciembre la actividad turística volvió a la normalidad.
Hoy la comunidad recibe gran cantidad de visitantes, aunque aún se ven los efectos del evento climático, sobre todo a nivel ambiental. A pesar del drama que vivieron sus habitantes meses atrás, estos guardan las lecciones aprendidas.
“De esto queda algo positivo, aquí nunca había aterrizado un helicóptero y nos dimos cuenta de que en caso de emergencia, sí se puede. Tenemos las coordenadas y los lugares donde pueden aterrizar”, comentó Chacón.