El fundador y extitular de la plataforma de intercambio de criptomonedas FTX, Sam Bankman-Fried, prevé aceptar su extradición durante una audiencia el miércoles en Nassau, y podría partir a Estados Unidos el mismo día, indicó el martes una fuente cercana al caso.
En esa audiencia, el exdirectivo de 30 años, acusado de fraude y desvío de fondos por el fiscal general de Manhattan, debería entregar al juez de Nassau encargado de su caso un documento en el que indica que renuncia a oponerse a su extradición, según la misma fuente.
Una vez homologada la decisión judicial, Sam Bankman-Fried podría ser extraditado, el mismo miércoles, con destino a Nueva York, donde comparecerá ante un juez federal en Manhattan.
Una vez informado de los cargos en su contra, este empresario exestrella del mundo cripto debería quedar detenido en espera de juicio.
Continúa en prisión
El exmultimillonario permaneció el lunes en una prisión de Bahamas tras una vista judicial frustrada en la que se iba a estudiar su posible extradición. Ese día, Bankman-Fried llegó al tribunal de primera instancia de Nassau desde la prisión de Fox Hill, y salió casi tres horas después sin que ni él ni sus abogados hicieran comentarios.
Medios locales informaron de que la vista se dio por terminada poco después de comenzar, en medio de la confusión sobre el motivo de su convocatoria.
Según el Nassau Guardian, el magistrado Shaka Serville permitió a Bankman-Fried hablar por teléfono con sus abogados estadounidenses antes de enviarlo de vuelta a la prisión.
El Nassau Guardian y el canal Eyewitness News, citando a los abogados del detenido, informaron de que el exempresario aceptó voluntariamente la extradición a Estados Unidos en la vista judicial del día lunes.
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El magnate de las criptomonedas Samuel Bankman-Fried llegó al tribunal de primera instancia de Bahamas el lunes, donde pudo aceptar la extradición a los Estados Unidos para enfrentar cargos por el colapso multimillonario de su grupo FTX. Fotografía: (KRIS INGRAHAM/AFP)
La debacle
La semana pasada, el Departamento de Justicia de Estados Unidos y la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) presentaron cargos penales y civiles contra Bankman-Fried, alegando que engañó a los inversores de FTX y malversó fondos que pertenecían a los clientes de la firma.
Bankman-Fried es acusado de utilizar fondos depositados por clientes de la plataforma FTX para realizar, sin su conocimiento, transacciones de riesgo a través de otra firma que controlaba, Alameda Research. También se sospecha que invirtió parte del dinero en bienes inmobiliarios en las Bahamas y destinó otra parte a donaciones a políticos demócratas, entre ellos Joe Biden durante su campaña presidencial.
Bankman-Fried apareció en las portadas de revistas financieras y tecnológicas, y atrajo enormes inversiones de destacados gestores de fondos. Pero su estrella se apagó en noviembre, cuando la empresa y su firma comercial hermana Alameda Research se declararon insolventes.
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Tras alcanzar una valoración de $32.000 millones, el grupo implosionó después de que el 2 de noviembre los medios de comunicación informaron de que el balance de Alameda estaba fuertemente basado en la moneda FTT -un token creado por FTX sin valor independiente- y expusieron que las empresas de Bankman-Fried estaban peligrosamente interconectadas.
Se le acusa en Estados Unidos de ocho cargos, entre ellos conspiración, fraude electrónico, blanqueo de dinero e infracciones en materia de financiación electoral. Por su parte, la SEC le acusó de violar la legislación sobre valores.
Bankman-Fried “estaba orquestando un fraude masivo, de años de duración, desviando miles de millones de dólares de los fondos de los clientes de la plataforma para su propio beneficio personal y para ayudar a hacer crecer su imperio criptográfico”, dijeron los fiscales estadounidenses.