Miles de casos de cobro judicial están saturando los juzgados al tiempo que los costarricenses recurren cada vez más a créditos para financiar su consumo.
El Poder Judicial registró un aumento considerable en la duración promedio para resolver los casos de cobro judicial. El tiempo promedio pasó de 2,7 años a 6,2 años, entre el 2020 y lo que va del 2025.
La saturación en los juzgados de cobro coincide con una tendencia alcista en el crédito de consumo y en los préstamos para la compra de vehículos por parte de personas físicas, según datos de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).
Sobrecarga persistente
Durante el 2024, el Poder Judicial solo logró procesar el 72% de los 139.761 casos nuevos de cobro judicial, a pesar de que los juzgados especializados cumplieron con sus cuotas de trabajo.
Pese a que la cantidad de expedientes tiende ligeramente a la baja durante los últimos años, el Poder Judicial reconoció que no tiene capacidad operativa para atender siquiera el ingreso de casos nuevos, los cuales se unen los acumulados de años anteriores.
El resultado, reconoció la entidad pública, es una “sobrecarga persistente” de trabajo.
Las estadísticas judiciales de este año muestran que la presión sobre los Juzgados de Cobro Judicial tiende a acelerarse. A mayo pasado, la institución recibió 64.441 casos nuevos, lo cual significó un incremento del 11,3% respecto a los 57.875 del mismo periodo del 2024.
A mayo pasado, las 19 oficinas de cobro judicial del país tenían 752.191 expedientes entre casos en trámite y ejecución.
LEA MÁS: ¿Tiene una deuda sin pagar? Así puede pedir que la prescriban en Costa Rica
Mayor demanda
Entre 2022 y 2025, el crédito de consumo —excluyendo tarjetas y vehículos— registró aumentos interanuales entre 4% y 4,7%, al pasar de un saldo de ¢5.131.777 millones a ¢5.819.071 millones, en dicho periodo. Las cifras tienen corte a mayo de cada año e incluyen únicamente a personas físicas.
El crédito para vehículos también experimentó un fuerte repunte, especialmente en 2024 y 2025, con incrementos interanuales de 19% y 21%, respectivamente. El saldo superó ¢1 billón este año, tras mantenerse por debajo de ese umbral en los años previos.
En las tarjetas de crédito el saldo fue de ¢1.644.087 millones a mayo de 2025, superior en ¢163.919 millones al mismo mes de 2024. El monto ha crecido luego de experimentar un descenso en los años mas próximos a la pandemia.
Entidades bancarias consultadas por La Nación coincidieron en que tienen una mayor demanda de crédito en consumo y vehículos, tras la recuperación de la economía luego de la pandemia.
No es posible afirmar de manera categórica que el aumento de los cobros judiciales sea consecuencia directa del dinamismo en el crédito de consumo y de vehículos.

Sin embargo, entre los 10 principales acreedores que presentaron procesos de cobro en los juzgados, en el 2024, hay seis entidades financieras, según el Poder Judicial.
Carlos Fernández, exgerente del Banco de Costa Rica (BCR), comentó que las entidades financieras acuden al cobro judicial, principalmente, para reclamar deudas por préstamos de consumo y, sobre todo, por tarjetas de crédito.
Las propias entidades reconocen que recurren a la vía judicial como última instancia, especialmente para reclamar deudas en casos de créditos personales y de tarjetas de crédito.
Laura Moreno, vicepresidenta de Relaciones Corporativas del BAC —la entidad que más presentó casos nuevos de cobro judicial en 2024—, manifestó que solo un 2% de los clientes llega a esta etapa, que representa la última instancia del proceso de cobro.
Las deudas más comunes corresponden a las tarjetas de crédito. Moreno señaló que, para aliviar la carga de trabajo de los juzgados, el banco demanda los montos más elevados. El saldo promedio en cobro judicial en el banco ronda los $5.000, y dependiendo del tipo de crédito, la entidad logra recuperar hasta un 70% del monto reclamado.
En el Banco Nacional, los reclamos se concentran en deudas respaldadas por garantías hipotecarias y prendarias. En el Banco Popular, los productos que suelen llegar a esta última etapa son, en su mayoría, créditos personales y tarjetas de crédito.
Miguel Mora, director Soporte al Negocio del Banco Popular, indicó que estos productos son los más utilizados por las personas para atender necesidades de corto y mediano plazo, lo que implica una mayor exposición a situaciones de impago ante eventos económicos adversos.
Por su parte, el BCR afirmó que las deudas que habitualmente se tramitan en el juzgado corresponden a obligaciones garantizadas mediante hipoteca o prenda. Asimismo, se incluyen otras como créditos con fianza, pagarés y tarjetas de crédito.
LEA MÁS: Evite el cobro judicial: qué hacer si no puede pagar su deuda a tiempo
Proceso extenso
En relación con el aumento en la duración de los procesos de cobro, el Poder Judicial indicó que el mecanismo de finalización de estas gestiones difiere significativamente de otros trámites que culminan con sentencia.
En esta materia, la mayor intervención de las autoridades judiciales ocurre en la fase de recuperación de la deuda.
“En el cobro judicial, la resolución que adquiere el carácter de sentencia declara una obligación de crédito. Es aquí cuando inicia la fase de recuperación, posiblemente la más extensa del proceso”, precisó la entidad.
Esta etapa consiste en cobros periódicos de intereses, cuya ejecución puede prolongarse en el tiempo si el deudor no posee los bienes embargables suficientes para cancelar la deuda.
Por ese motivo, los procesos pueden extenderse indefinidamente, pues si no aparecen los bienes ni ingresos suficientes para embargar al deudor, la deuda aumentará por concepto de intereses.
“La deuda aumenta en intereses que cobra el acreedor, haciéndola en no pocas ocasiones interminable, sin que esta circunstancia dependa del Poder Judicial, sino de la legislación civil y mercantil vigente", explicó el Poder Judicial.
De esta forma, el proceso solo finaliza —en una conclusión regular— cuando se embarga la totalidad del monto correspondiente al pago de intereses, de las costas del proceso y del capital.
Incluso, el Poder Judicial comentó que se dio un aumento en la cantidad de expedientes concluidos ante el desistimiento del acreedor por un tema de costo - beneficio, pasando de aproximadamente 700 casos finalizados en noviembre de 2024 a 5.300 mensuales para mayo de 2025.
Mayor interés por créditos
Benjamín García, director de Banca Comercial de Personas del Banco Popular, afirmó que han notado un mayor interés por créditos luego del periodo más crítico de la pandemia, especialmente en el segmento prendario (compra de vehículos).
García atribuyó este comportamiento a la estabilización progresiva de las tasas de interés tras el ajuste monetario pospandemia, a condiciones más competitivas en el mercado y a una mayor necesidad de movilidad con fines laborales, familiares y personales.
Cristina Alarcón, gerente Comercial de Davivienda Costa Rica, afirmó que han observado un crecimiento sostenido en la demanda de crédito de consumo y financiamiento para la compra de vehículos, ante un entorno económico más favorable.
Alarcón indicó que esta tendencia es consecuente con una mayor capacidad de pago de las personas tras la recuperación paulatina de la economía, lo que permitió una mejora en los ingresos y en la estabilidad laboral.
También señaló condiciones favorables en tasas de interés durante ciertos periodos y la necesidad de soluciones de movilidad más eficientes, lo que ha motivado una mayor demanda de financiamiento.
En tanto, la Dirección de Productos de Crédito del Banco Nacional afirmó que en los últimos años ha experimentado crecimiento en su cartera, atribuible a una mejor percepción por parte de los clientes y a una mayor dinámica económica.
El Banco Nacional también añadió que los financiamientos de consumo y de vehículos exigen pocos requisitos y cuentan con procesos ágiles, lo que permite a los clientes satisfacer sus necesidades en un corto plazo.
Más deudores
Según cifras de Sugef, la cantidad de deudores en créditos de consumo y vehículos también crece, aunque el repunte ha sido más notorio en el segundo caso, particularmente en los últimos dos años.
En consumo, la cifra de deudores a mayo de este año ascendió a 844.773, un 2,4% más que en el mismo mes de 2024, cuando fue de 824.714. La cantidad se ha mantenido estable en torno a estos niveles tras la pandemia.
Sin embargo, en los préstamos para vehículos, la cifra de deudores alcanzó 100.640 para mayo, un aumento del 15% (13.093 más) en comparación con el mismo mes del año anterior.
Las cifras muestran que ambas líneas de crédito concentran a 945.413 deudores, por debajo de los 1.290.401 deudores en tarjetas de crédito, cuyo saldo se ha mantenido relativamente estable en las entidades supervisadas por Sugef.

