La recaudación tributaria muestra un fuerte incremento este año comparado con el mismo periodo del año anterior, muy afectado por la pandemia.
Según la información que publicó este 20 de setiembre, el Ministerio de Hacienda, los ingresos por impuestos aumentaron un 32,5% en los primeros ocho meses de este año, comparados con el mismo periodo del año anterior. Los ingresos totales subieron un 36,75%.
En la mejora en los ingresos influye “el efecto base”, porque el año pasado con la pandemia los ingresos cayeron, también el pago en marzo del 2021 del periodo fiscal especial de 15 meses y además, porque el 2021 se incorporaron los ingresos de los órganos desconcentrados al presupuesto nacional, así como los frutos de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas y la recuperación en la actividad económica.
Dicho aumento en los ingresos totales combinado con un gasto sin intereses que aumentó un 4,87%, en el mismo periodo, permitió al Gobierno concluir los primeros ocho meses del año con un superávit primario (ingresos totales menos gastos totales excluidos los intereses) equivalente de ¢25.932 millones, 0,07% del PIB. Esto es algo que no sucedía para este periodo desde el año 2008. La proyección para el 2021 es un déficit primario equivalente al 1,1% de la producción.
No obstante, el pago de intereses alcanzó la cifra de ¢1.348.335 millones (3,53% del PIB), el más alto de los últimos 15 años.
Por ello, el Ministerio considera que el ajuste fiscal trazado en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los programas de apoyo presupuestario son trascendentales, pues si se logra reducir el monto de intereses, se bajará el déficit financiero.
El déficit financiero (exceso de gastos totales sobre ingresos totales) a agosto 2021, como proporción del PIB, se ubicó en el 3,46%. La proyección para el 2021 es de un faltante financiero equivalente al 6,2% de la producción.
“El propósito de alcanzar un equilibrio de nuestras finanzas públicas ha sido un empeño de la actual administración y debe ser continuado por las siguientes administraciones”, señaló Elian Villegas, ministro de Hacienda.
¿Es sostenible la mejora?
El economista José Luis Arce no es optimista en que la mejora que se nota en las finanzas públicas sea sostenible.
“No hay cambios sustanciales respecto de lo que han mostrado las finanzas gubernamentales meses atrás: una mejora en términos de reducción del déficit financiero y primario, pero debida a factores extraordinarios y no repetibles, especialmente, por el lado de los ingresos, en particular, el periodo fiscal especial de 15 meses en el impuesto de renta, el traslado de superávit de empresas e instituciones públicas al gobierno como medida de emergencia por la pandemia y la recuperación natural de la recaudación de impuestos indirectos asociada con la recuperación de la economía”, opinó el economista.
La contención del gasto, añadió Arce, se sostiene básicamente por voluntad política, no por reformas duraderas en materia de presupuestación lo que las expone a riesgos políticos, en especial, las presiones de grupos de interés y la posibilidad de que posturas muy recortistas de corto plazo terminen en presupuestos incompletos que luego requieran ajustarse con planes extraordinarios.
Para Arce, sin el avance en Asamblea Legislativa de las reformas incluidas en el acuerdo con el FMI, es imposible que se logre continuar con el proceso de ajuste en las finanzas gubernamentales.
Villegas opina que se han logrado estabilizar las finanzas públicas; no obstante, cree que si Costa Rica desea que tal estabilidad sea perdurable en los próximos años, es necesaria la aprobación de las iniciativas presentadas a la Asamblea Legislativa.