El presupuesto estatal destinado a la inversión en obra pública cayó este año por cuarta ocasión consecutiva, según el estudio Presupuestos públicos 2014 de la Contraloría General de la República (CGR).
El análisis muestra que las instituciones públicas calcularon recursos para desarrollar infraestructura equivalentes al 7,5% del producto interno bruto (PIB), en el 2014, mientras que en el 2010 esa relación era del 11%.
A esta inversión se le conoce como gasto de capital e incluye recursos que se destinan a proyectos nuevos, arreglo de obras existentes y compra de equipo, maquinaria, propiedades y edificios. Para este año el Estado planea desembolsar ¢2 billones por este concepto.
Consultado sobre la reducción en este rubro, Édgar Ayales, ministro de Hacienda, explicó que el análisis de la Contraloría corresponde a presupuestos iniciales, que no reflejan la ejecución de los recursos, donde más bien hubo una leve mejoría a partir del 2011.
Ayales añadió que el gasto de capital consolidado del sector público total se ha mantenido en un promedio cercano al 5,7% del PIB, en los últimos cuatro años.
Causas. Según el informe de la Contraloría, la baja porcentual en los recursos para obras es consecuencia de la reducción de los presupuestos del Gobierno y empresas públicas como el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope).
En el caso del ICE, principal inversionista estatal, la moderación en las inversiones se atribuyó al cumplimiento de la restricción del gasto público dictada por el Gobierno, según Francisco Garro, jefe de la Dirección Planificación Financiera de la institución autónoma.
En Recope, la Contraloría evidenció debilidades en la ejecución de las inversiones, dado que en el 2013 solo utilizó el 55% del presupuesto para inversiones.
La empresa informó, por medio de su departamento de prensa, de que las apelaciones en proyectos de inversión impidieron utilizar la totalidad de los recursos.
Detonante. Para Miguel Gutiérrez, investigador del Estado de la Nación, el aumento de los gastos corrientes del Estado estruja el presupuesto público e impide destinar más recursos a la inversión.
El alza de los egresos ocurre como consecuencia, principalmente, de los ajustes salariales extra y el crecimiento de la planilla estatal, detalla el especialista. “El menor gasto de capital se traduce en necesidades insatisfechas, pues no se dan los servicios públicos que se demandan”, aseveró.
El análisis realizado por la Contraloría argumenta que la disminución en el gasto de capital, observada en los últimos años, no cambiará significativamente en el corto plazo. Esto, porque los presupuestos aprobados por la entidad incluyen obras que tienen varios años pendientes de ejecución.
Atraso. Si solo se analiza al Gobierno Central, Costa Rica fue el país que menos recursos destinó al gasto de capital como porcentaje del PIB, en Latinoamérica, en el 2013, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
El estudio Balance de las economías de América Latina y el Caribe muestra que el Poder Ejecutivo costarricense utilizó un 1,5% de la producción en inversión de obra pública. Mientras, el promedio latinoamericano fue de 5,1%.
La Cepal destacó que en la región el gasto de capital tiene cuatro años seguidos de crecer. Por el contrario, el de Costa Rica se estancó por tercer año consecutivo.
La observación del órgano internacional ocurre pese a que en el Gobierno hay más de una decena de grandes obras pendientes de hacerse o con un bajo avance.
Dichos proyectos están financiados con créditos externos sin usar o con una poca ejecución de recursos. También hay obras como la vía a Limón y la carretera a San Ramón con iniciativas legales pendientes de votar en el Congreso.
El vicepresidente Luis Liberman recalcó que el proceso de contratación de proyectos de inversión es lento y lleno de trabas legales y burocráticas.