El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) frenó su ritmo de crecimiento en los últimos tres meses, pero se mantiene mejor que hace un año, según lo demuestra la medición trimestral que realiza la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Para agosto de 2017, el indicador alcanzó un nivel de 40,2 puntos, cifra dos puntos porcentuales por debajo del resultado de mayo.
Entre noviembre de 2016 y mayo de 2017, el índice subió de forma continua y acumuló un alza en la confianza de siete puntos. Por esto, a pesar de que el ICC rompió su tendencia al alza en agosto, todavía se mantiene por encima de lo registrado hace un año (36%).
Johnny Madrigal, investigador de la UCR, explicó que las expectativas menos favorables de la economía futura del país generaron la baja en la confianza de los consumidores.
Esta desconfianza podría estar relacionada con las recientes noticias de la necesidad del Ministerio de Hacienda de subir los impuestos para aumentar su recaudación y controlar la presión que genera el déficit fiscal, añadió Madrigal.
El economista Alberto Franco coincide con que el mensaje dado por el Presidente, en cadena nacional, el pasado 1.° de agosto, pudo ser un elemento desestabilizador de la confianza.
Precisamente, la encuesta se realizó pocos días después de que el Gobierno anunciará un paquete de medidas de contención ante la falta de liquidez para atender sus obligaciones.
La encuesta de Confianza del Consumidor tuvo como muestra a 706 hogares costarricenses y fue realizada telefónicamente entre el 3 y el 18 de agosto.
La confianza de los consumidores se considera pesimista cuando se encuentra por debajo de los 50 puntos.
Entre tanto, Franco pone sobre la mesa otras dos hipótesis sobre la baja en la confianza. En primera instancia, la subida de las tasas de interés ya se podría estar reflejando en mayores cuotas mensuales en los créditos de los consumidores.
Una segunda causa podría ser el alza que vivió el tipo de cambio hace unos meses, pues haría que la confianza del consumidor no se recupere a pesar de que el indicador se ha mantenido relativamente estable, añadió el economista.
La medición del ICC se divide en dos partes: un indicador analiza el momento actual y otro índice que se enfoca en las expectativas sobre el futuro económico del país (lo que se espera del ingreso familiar, las empresas y la economía del país).
En agosto, el Índice de Expectativas Económicas a futuro cayó casi tres puntos porcentuales, mientras que el análisis actual se mantuvo prácticamente sin cambios.
Esto quiere decir que los consumidores consideran que la situación actual se ha mantenido en los últimos tres meses, pero sus expectativas son menos optimistas y por tanto, proyectan que los próximos años serán más difíciles para la economía de Costa Rica. "De alguna manera están visualizando aires de crisis", comentó Madrigal.
La población que considera que las tasas de interés de los préstamos en dinero subirán en los próximos 12 meses, pasó de 56,8% a 60,8%, entre mayo y agosto de este 2017. Además, las cifras muestran una tendencia de aumento sostenido desde hace un año.
También, hace tres meses una mayor población consideraba que el ingreso familiar aumentaría.
En el último año, la porción de los consumidores que califica como bueno el trabajo del Gobierno pasó de 4,1% a 12%, mientras quienes lo califican negativamente bajaron de 70,5% a 47,5%.
Sin embargo, si se compara el resultado de mayo con el de agosto, las calificaciones negativas aumentaron en los últimos tres meses.
Uno de los factores que puede estar calando es la necesidad de mayor recaudación del Gobierno y la presión del déficit fiscal.