La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) enfrenta dificultades para anticiparse a los riesgos del régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), debido a la ausencia de una gestión coordinada y de instrumentos adecuados para actuar a tiempo. Así lo advirtió este lunes la Contraloría General de la República (CGR).
En su informe DFOE-BIS-IAD-00001-2025, órgano fiscalizador evaluó la gestión de riesgos del régimen IVM por parte de la Caja.
El análisis se basó en las recomendaciones y hallazgos emitidos por la Superintendencia de Pensiones (Supen) entre el 15 de diciembre del 2020 y el 30 de mayo del 2025, así como en la normativa y los lineamientos técnicos vigentes en ese periodo.
Como resultado del estudio, la Contraloría concluyó que existe una debilidad estructural en la gestión de riesgos del régimen IVM. Esta deficiencia impide a la CCSS clasificar, priorizar y dar seguimiento adecuado a los riesgos identificados, lo que afecta la sostenibilidad financiera y debilita los mecanismos de control del seguro.
Asimismo, la CGR señaló la falta de una valuación actuarial actualizada, herramienta clave para determinar si los ingresos proyectados y las reservas serán suficientes para cubrir los gastos presentes y futuros. Según la Contraloría, la evaluación más reciente data del 2024, pero fue elaborada con información del año 2022.
“La ausencia de una valuación actuarial actualizada restringe la identificación de riesgos emergentes y reduce la base técnica para adoptar decisiones oportunas y eficaces, y limita la supervisión de la SUPEN sobre el IVM, en un contexto donde el seguro arrastra una insuficiencia de ingresos desde 2012″, detalla el documento.
En ese sentido, la Contraloría advirtió que, a pesar de que la Caja ha implementado acciones puntuales ante algunas recomendaciones de la Supén, esta atención ha sido fragmentada y sin un proceso de análisis según la criticidad.
Para la institución fiscalizadora se limita la oportunidad de ejercer acciones correctivas y esto reduce la capacidad institucional para anticipar escenarios que afecten la sostenibilidad del seguro.
¿Qué recomendó la Contraloría?
Ante este panorama, la Contraloría recomendó a la CCSS, en primera instancia, implementar mecanismos de control que permitan dar seguimiento y asegurar la ejecución efectiva de los ajustes al modelo de gestión de riesgos del régimen IVM, con el fin de anticipar, mitigar y atender oportunamente los riesgos identificados.
Además, instó a establecer controles que garanticen la presentación y aprobación oportuna de la valuación actuarial del IVM por parte de la Junta Directiva, conforme a la normativa vigente.
También sugirió alinear este proceso con las recomendaciones de la Supén, mediante la definición de roles, la documentación de procedimientos trazables y sujetos a fiscalización interna, así como la creación de una instancia institucional responsable de la gestión integral y el análisis de riesgos.
En esa misma línea, la CGR recomendó a la Caja contar con un plan de contingencia para prevenir atrasos en la valuación actuarial del IVM, incluyendo medidas ante posibles salidas de personal técnico o problemas con los datos.
La Contraloría advirtió que, si no se corrigen las debilidades en la gestión de riesgos del régimen IVM, aumentará la exposición del seguro a escenarios que podrían comprometer su estabilidad financiera y actuarial.
En ese sentido, la atención tardía y sin priorización de las recomendaciones emitidas por la Superintendencia limita la capacidad de la CCSS para anticiparse a situaciones críticas, mientras que la falta de trazabilidad e integración en el abordaje de estos riesgos debilita la toma de decisiones y disminuye la eficacia del control interno y de la gobernanza institucional.
