Las estimaciones por deterioro crediticio en la banca continúan en aumento y afectan sus ganancias, luego de un cambio normativo que introdujo nuevas reglas para evaluar la capacidad de pago de los deudores. La disposición entró en vigor el año pasado.
La modificación provocó que la utilidad neta de la banca fuera de ¢174.953 millones, entre enero y agosto pasado, es decir, 8% menos frente al mismo periodo del 2024.
La norma modificada obliga a las entidades a constituir mayores coberturas para enfrentar la probabilidad de pérdidas por la morosidad de los deudores, elevó las provisiones en la mayoría de los bancos desde 2024.
Hasta agosto, los bancos acumulan ¢216.439 millones en provisiones, lo que representa un incremento del 35% (¢55.671 millones) respecto a los ¢160.768 millones registrados en el mismo periodo de 2024, según datos de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).
El crecimiento es aún mayor si se compara con los primeros ocho meses de 2023, antes de la entrada en vigencia de la norma, cuando las estimaciones sumaban un total de ¢80.437 millones. El aumento porcentual frente a 2025 es de 169% y el incremento nominal fue de ¢136.002 millones.
Entidades bancarias consultadas por La Nación atribuyeron el incremento a la aplicación del Acuerdo Conassif 14-21, denominado Reglamento sobre cálculo de estimaciones crediticias. Algunas confirmaron también un impacto en sus utilidades.
Johnny Monge, director financiero del Banco Popular, explicó que el reglamento estableció criterios más exigentes para el reconocimiento de provisiones por deterioro crediticio, especialmente en segmentos como consumo y tarjetas de crédito.
Añadió que la regulación exige porcentajes más elevados para el reconocimiento de estimaciones cuando existen moras tempranas en los créditos (de 1 a 30 días y de 31 a 60 días).
“Este cambio normativo explica que la mayoría de bancos del país hayan registrado incrementos, pues responde a una visión prudencial que protege al sistema, aunque naturalmente ha representado un esfuerzo mayor para las entidades”, afirmó Monge.
La Dirección General de Crédito del Banco Nacional señaló que, además de la entrada en vigor de esta normativa —la cual modifica las tasas de incumplimiento e impacta en las estimaciones regulatorias—, también hubo un cambio en el portafolio de negocios de las entidades financieras, con una mayor participación en el mercado retail (consumo, vehículos, entre otros), lo que provocó un aumento en las estimaciones normativas.
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Por su parte, el Banco de Costa Rica (BCR) indicó que también influyen el crecimiento de la cartera de crédito y este cambio en la metodología regulatoria para el cálculo de las provisiones, vigente desde enero del año pasado.
Arturo Giacomin, presidente ejecutivo de Davivienda en Costa Rica, aseguró que también se reactivó la creación de las llamadas estimaciones contracíclicas, vigentes desde el 1.º de enero del año pasado.
“En el tema de las estimaciones hubo un cambio normativo. Tenemos la generación de las contracíclicas y el mantenimiento de estas en un nivel ha hecho que generemos mayores reservas de las que normalmente se generaban”, expresó Giacomin.
Esta reserva obliga a todas las entidades a constituir un fondo especial para enfrentar situaciones económicas adversas en el futuro. Desde inicios de la pandemia en 2020 y hasta diciembre de 2023, la acumulación de estos recursos estuvo suspendida.
Los ajustes también han generado un impacto en otras entidades como cooperativas, financieras y mutuales, pues el cambio normativo aplica para todo el sistema financiero nacional.
Impacto en utilidades
En los primeros ocho meses de 2025, las utilidades del sistema bancario se redujeron 8% respecto al mismo periodo del año anterior, al pasar de ¢190.510 millones a ¢174.953 millones.
Aunque el resultado es mejor que el observado en 2023, en términos absolutos la utilidad del sistema bancario se redujo en ¢15.557 millones en este 2025, en comparación con el mismo lapso del año pasado.
Pese a que han influido otros factores, como la apreciación del colón frente al dólar, las entidades señalaron que este incremento en las estimaciones también impactó sus ganancias.
El presidente ejecutivo de Davivienda en Costa Rica enfatizó que este es un tema de preocupación por su efecto en la rentabilidad, pero no significa que esté afectando la estabilidad de las organizaciones, pues el sistema es muy sólido.
“Todo el sistema en general ha tenido que mantener el nivel de la reserva contracíclica. Esos temas han afectado y ya se analiza cómo abordarlos (...) Definitivamente afecta la rentabilidad del sistema bancario y es un tema que hay que revisar”, afirmó Giacomin.
Laura Moreno, vicepresidenta de Relaciones Corporativas de BAC, afirmó que, en términos generales, los resultados financieros del banco se han visto afectados principalmente por el componente contracíclico. Sin embargo, destacó que la posición de la entidad es sólida, lo que permite mitigar esos efectos.
En el BAC, las estimaciones aumentaron ¢18.727 millones en los primeros ocho meses de 2025, en comparación con el mismo lapso del año previo, al pasar de ¢56.695 millones a ¢75.422 millones.
Moreno señaló que el crecimiento de las estimaciones está asociado a la fórmula de cálculo. “Si la cartera de préstamos crece, la estimación asociada va a crecer, ya sea en su componente de estimación estándar o contracíclico”, explicó.
En el Banco Nacional señalaron que los gastos por estimaciones inciden en los resultados de todas las entidades bancarias. Indicaron que ellos mantienen niveles de generación de ingresos suficientes para cubrir los distintos gastos, incluido el de estimaciones.
En tanto, el BCR afirmó que las estimaciones aumentaron de forma importante en la primera parte del año, lo que, según la entidad, ha tenido un impacto en las utilidades del año.
En el caso del Banco Popular, Monge indicó que la utilidad neta de la entidad creció, a pesar del incremento significativo en el gasto contable por las estimaciones en comparación con la regulación anterior.
“El Banco Popular ha sabido absorber los efectos del cambio regulatorio y mantener un desempeño financiero positivo”, dijo Monge. Añadió que, dado que la cartera de consumo representa el principal segmento del banco, la aplicación de esta normativa implicó un aumento relevante en las estimaciones.
En esta entidad, las provisiones aumentaron ¢30.438 millones este año, siendo el banco con el incremento nominal más pronunciado, al pasar de ¢19.569 millones a ¢50.007 millones.
