Desde el 2014 comenzaron a regir reglas más rigurosas hacia los deudores y las entidades financieras para el otorgamiento para los créditos en dólares. Foto: Mayela López. (Mayela López)
El Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) redujo la rigurosidad de las reglas dictadas a la banca costarricense para prestar en dólares.
El máximo regulador del sistema financiero decidió, el 15 de mayo pasado, atenuar temporalmente la normativa que obliga a las entidades a crear una provisión especial cuando otorga créditos en moneda extranjera a clientes que tienen sus ingresos en colones.
La institución también disminuyó el porcentaje de la utilidad destinada a crear un “colchón” de estimación contracíclica; es decir, que proteja las obligaciones de la entidades financieras (ahorros e inversiones) con el público, por el crecimiento de la mora en períodos de menor dinamismo económico.
El Conassif arguyó, para revertir las normas más estrictas, que estas se tomaron en un momento de auge en el crecimiento del crédito, pero desde mediados del 2016 comenzó un proceso de reducción, según se determina en el acuerdo tomado en la sesión 1416-2018, publicado en el diario oficial La Gaceta el 1.° de junio pasado.
“La dolarización del sistema financiero obedece a aspectos de carácter estructural. Medidas de este tipo (provisiones) son insuficientes para frenar la dolarización y pueden tener una repercusión en el crecimiento del crédito”, alegó el Consejo en la decisión.
Las normas modificadas comenzaron a regir a partir del 2014 y han golpeado las ganancias anuales del sistema financiero, pues parte de las utilidades deben destinarse a la formación de las provisiones.
Asimismo, entran en conflicto con lo expresado por el Conassif y la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef), desde el 2013, acerca de la necesidad de blindar al sistema financiero del riesgo cambiario.
Luis Carlos Delgado, presidente del Consejo, enfatizó que tanto el Conassif como la Sugef adaptan el marco normativo a la realidad financiera del país, la cual está en constante cambio.
Insistió en que las modificaciones velan por la estabilidad, la solidez y la eficiencia del sistema financiero.
“La iniciativa no pretende la liberación de los recursos (de las entidades supervisadas), sino adecuar transitoriamente la normativa a la realidad económica-financiera nacional”, aseguró Delgado en una respuesta escrita a La Nación.
Cambios
Las transformaciones aprobadas modifican el “Reglamento para la determinación y el registro de estimaciones contracíclicas” y el “Reglamento sobre calificación de deudores”. Desde marzo del 2017 estaban en consulta.
En específico, el Consejo avaló reducir la estimación contracíclica del 7% de la utilidad mensual de cada entidad –que regía desde junio del 2016– a un 5%, a partir del mes pasado. Luego, se eleva al 6% a partir de junio del 2019 y vuelve al 7% en el 2020.
Asimismo, disminuyó la provisión adicional del 1,5% sobre el saldo de cada operación de crédito en dólares otorgada a clientes que tienen ingresos en colones.
A partir de ahora, el porcentaje de estimación para los nuevos créditos otorgados a deudores no generadores de divisas será equivalente al 1% del saldo de la operación, este año. Luego, pasa al 1,25% en el 2019, y al 1,50% en el 2020.
Delgado recalcó que las reformas son temporales y se tomaron después de un análisis responsable y oportuno.
“Las consultas sobre acciones para favorecer la utilidad de las entidades financieras o cabildeo de estas, no son de recibo”, respondió el jerarca a la pregunta de La Nación sobre si la reforma favorecerá las ganancias de la banca.
Para Anabelle Ortega, directora ejecutiva de la Cámara de Bancos e Instituciones Financieras, la reforma permitirá que no se merme de forma sustancial el resultado y los indicadores de las entidades supervisadas, pues se crean provisiones más adecuadas a la rentabilidad.
Ortega sí reconoció que el cambio permite a una institución colocar préstamos en dólares a sectores que tenían antes una mayor estimación crediticia.
“En la coyuntura actual de menor crecimiento, ya no hace mucho sentido seguir haciendo (provisiones) contracíclicas al ritmo fuerte; al contrario, ralentiza aún más el crecimiento y con ello se impacta a la economía de forma negativa”, afirmó.
María Isabel Cortés, directora ejecutiva de la Asociación Bancaria Costarricense (ABC), recalcó que las decisiones tomadas en años anteriores impactan el crecimiento del crédito y de la economía.
“Si bien las medidas contemplan gradualidad, la severidad de la definición aplicable a los sujetos de crédito que no son generadores de dólares acentúan la tendencia de la desaceleración del crédito”, afirmó Cortés.
Por último, el Conassif dejó sin efecto la aplicación de la estimación por deterioro en el nivel de liquidez de los clientes deudores.
Sin embargo, la forma de calcular dicho indicador generó problemas entre las instituciones, por lo cual su uso irá a revisión en la Sugef.